El mercado español ha hecho un alto en el camino tras las fuertes mejoras de la semana pasada. Y es que la bolsa ha cerrado en números rojos mientras la prima de riesgo se ha congelado respecto al viernes.
En concreto, el Ibex ha terminado la jornada con pérdidas del 0,68% y en los 9.109,5 puntos, lo que significa que ha logrado salvar el nivel de los 9.100 enteros y que, por tanto, sigue en zona de máximos de casi dos años.
Mientras, en el mercado de deuda, el riesgo país se ha estancado alrededor de los 235 puntos básicos, en línea con el la semana precedente. Al menos, el interés del bono español a diez años se ha abaratado y ha logrado escapar del 4,3%, en tanto que su homólogo alemán también ha caído y ronda ya el 1,91%.
Así han recibido los inversores el resultado de las elecciones alemanas, en las que la canciller Angela Merkel ha salido victoriosa y se ha quedado al borde de la mayoría absoluta. De esta forma, comienza su tercera legislatura, tal y como esperaban las encuestas.
Puede que este sea el motivo de la fría acogida que han tenido los comicios en los mercados europeos. El Cac francés, por ejemplo, ha bajado un 0,75%; el MIB italiano, un 0,32%; el Dax alemán, un 0,55% y el PSI portugués, un 0,8%. El euro, por su parte, ha perdido los 1,35 dólares.
Pero, ¿a qué han respondido estos números rojos? Los expertos creen que los inversores ya están pensando en otros acontecimientos.
"Tras estas elecciones, creemos que los inversores estarán más pendientes de los rescates en países periféricos. No descartamos una corrección de los índices tras las últimas subidas, teniendo en cuenta la posibilidad de nuevos rescates en Grecia y Portugal y con otras claves pendientes como la decisión del Tribunal Constitucional alemán sobre la legalidad del programa de compra de deuda del BCE, el techo de deuda americano (octubre) o el comienzo de la retirada de estímulos en EEUU (que podrían arrancar el mes que viene)", explica Renta 4.
Por otro lado, el Viejo Continente parece haber penalizado los descensos en Wall Street y las declaraciones del presidente del BCE (Mario Draghi), que ha alertado de que la recuperación será lenta y ha insistido en que el problema del paro sigue siendo grave.
Estos temas pendientes han pesado más en el ánimo de los inversores que otras noticias positivas de la jornada. Entre ellas, que la actividad del sector privado en la eurozona ha marcado máximos de 27 meses en septiembre; que el turismo en España ha cerrado un verano récord y acumula más de 42 millones de visitantes entre enero y agosto y que el BCE ha insinuado que volverá a inyectar liquidez a la banca si lo considera necesario.
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