La producción industrial se desploma en junio y marca el paso de la desaceleración

  • La serie original del dato demuestra un freno de entre el 3% y el 5% en bienes de consumo e intermedios y medio punto de caída en bienes de equipo. 
(Ampl.) El sector español de bienes de equipo facturó 53.268 millones en 2016, un 3,1% más
(Ampl.) El sector español de bienes de equipo facturó 53.268 millones en 2016, un 3,1% más
EUROPA PRESS

La producción industrial en el mes de junio, sin contar con el sector de la construcción, cayó un 1,8% sobre el mismo mes del año anterior, un dato que contrasta con la mejora lograda en mayo y confirma la tendencia a la baja de la economía española que están demostrando poco a poco todos los indicadores básicos. Según los datos difundidos este jueves por el Instituto Nacional de Estadística (INE), el índice de junio contrasta con la subida en una proporción similar del mes anterior y denota un parón en la actividad industrial a principios de verano que se alinea con los sufridos en otras economías europeas, como la alemana.

El dato español de la serie original, que es el que refleja la situación real de la industria en el mes de junio, refleja un tremendo frenazo en la producción de bienes de consumo, tanto los duraderos (un 4,8% menos) como los no duraderos (caída del 3,1%). Ese proceso tiene su repercusión en los bienes intermedios, los que se crean para generar otros productos finales, que caen un 5,5%, y, finalmente, la repercusión es menos, pero también negativa, en los bienes de equipo (la industria básica), que retrocede medio punto en junio, todo comparado en términos interanuales.

Si el cálculo se hace corregido de los datos estacionales y de calendario, la producción industrial  presenta tasas de crecimiento positivas incluso sube un 1,8% interanual, aunque con más moderación que en esa misma comparativa en el mes anterior. En cualquier caso, la serie original demuestra que la situación no ha sido buena en junio y no presenta visos de mejorar, tras el espejismo de mejora en mayo que había sido precedida por dos caídas en meses anteriores. 

Solo la producción de energía se salva de las caídas de la producción en el primer mes del verano, con un aumento del 4,8%, mientras que en los bienes de consumo no duradero el desplome pasa de más de un 7% de subida en mayo a una caída superior al 3% en junio. De la misma manera, los bienes intermedios multiplican por tres su caída del mes anterior y los bienes de equipo, que siempre denotan como va a ir la economía a medio y largo plazo, pasan de subir un 1,7% a decrecer medio punto. 

Esa mala evolución del dato español se da un día después de conocerse la caída sufrida también por la producción de la industria alemana, que registró en junio un retroceso del 5,2% respecto del mismo mes del año anterior, lo que representa su mayor retroceso desde finales de 2009 y constata el frenazo de la locomotora europea. 

Los analistas españoles esperaban una caída mayor de la producción industrial en junio, al hilo de las malas expectativas que ha generado en la gran industria auxiliar y el sector de la automoción la guerra comercial entre Estados Unidos y China. Según su argumentación, la máquina herramienta española y el sector de los componentes del automóvil, que son dos de los grandes exportadores de nuestra economía, han notado de forma clara esa incertidumbre y han frenado su actividad a la espera de acontecimientos.

En el análisis pormenorizado por segmentos de actividad industrial, solo los productos farmacéuticos, junto a la energía y alguna industria extractiva minera se salvan de las caídas. Todos los demás ámbitos ceden, con caídas significativas de más del 13% interanual en el caso de los equipos eléctricos, muy parecida a la del cuero, el calzado y el textil. La reparación de maquinaria y equipos cede un 6,5% y la fabricación de vehículos a motor y remolques un 1,9%. 

Es preocupante para la economía española, además, el reparto regional de este retroceso de la industria en junio. Además de Canarias y Baleares, las autonomías que más caen son las que más peso tienen en la economía y la industria española. Cataluña cede un 5,7%, el País Vasco un 3,5% y Aragón más de un 3%. Hasta 11 comunidades han visto reducirse su producción industrial, mientras que en las subidas solo destaca Madrid, con un 6,1% al alza, típico del efecto capital y centro de negocios a nivel nacional. 

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