La Reserva Federal también da sorpresas

  • La Reserva Federal (Fed) demostró esta semana que también es capaz de dar sorpresas con su decisión contra todo pronóstico de mantener su agresivo plan de estímulo monetario, lo que provocó en principio fuertes alzas en los mercados aunque acrecentó la incertidumbre sobre el futuro inmediato.

Alfonso Fernández

Washington, 21 sep.- La Reserva Federal (Fed) demostró esta semana que también es capaz de dar sorpresas con su decisión contra todo pronóstico de mantener su agresivo plan de estímulo monetario, lo que provocó en principio fuertes alzas en los mercados aunque acrecentó la incertidumbre sobre el futuro inmediato.

Tras más de un año con el programa de recompra de bonos de 85.000 millones de dólares mensuales en marcha, y cuando todos los analistas asumían que la Fed iniciaría la retirada progresiva del estímulo monetario, el banco central estadounidense dijo: "Aún no".

El Comité de Mercado Abierto, que rige la política monetaria del país, emitió el miércoles a mediodía su esperado comunicado en el que decidía esperar a "más pruebas" acerca de la solidez de la recuperación de la economía estadounidense.

Como consecuencia, los mercados, que anticipaban una moderación del estímulo de al menos 10.000 millones de dólares al mes, rebotaron con fuerza y cerraron la jornada con Wall Street en máximos históricos.

En la conferencia de prensa posterior, el presidente de la Fed, Ben Bernanke insistía en que la reducción del estímulo podría darse "antes de finales de año" si las condiciones económicas eran las adecuadas.

"La recuperación es demasiado anémica aún, no hay señales significativas de solidez", afirmó David J. Stockton, execonomista jefe de la Reserva Federal, en una mesa redonda en Washington para analizar la decisión.

El banco central estadounidense, además, divulgó sus nuevos pronósticos de crecimiento, en los que expresaba su cautela al reducir sus cálculos a entre el 2 % y el 2,3 % para 2013, frente a la horquilla previa del 2,3 % y 2,6 %.

Asimismo, el desempleo, pese a su paulatina reducción de los últimos meses, aún se encuentra a niveles altos, y cerró el pasado agosto en un 7,3 % de la fuerza laboral.

Tras el despegue inicial, los mercados en Wall Street se dieron un respiro el jueves, en el que cerraron casi planos; y el viernes registraron notables caídas, reflejo de un creciente nerviosismo.

Pese a que Bernanke durante su rueda de prensa subrayó que la Fed no actúa según las "expectativas del mercado" y reiteró su intención hacer lo "adecuado" para la economía estadounidense, los analistas leyeron en sus declaraciones indecisión sobre el futuro próximo del banco central estadounidense.

El viernes, el presidente de la Reserva Federal de San Louis, James Bullard, trataba de calmar los ánimos al afirmar que la moderación podría acontecer en la próxima reunión prevista para el 30 de octubre.

"La de septiembre fue una decisión ajustada, así que es posible que tengamos algunos datos que cambien el panorama de las perspectivas y hagan que el comité se vea cómodo con una reducción en octubre", dijo Bullard en unas declaraciones en un encuentro con empresarios en Nueva York.

A estas dudas se suman la inquietud mostrada por la Fed ante los inminentes debates fiscales en el Congreso de EE.UU. sobre el próximo presupuesto y el tope de deuda que se teme se alcance a mediados de octubre.

Dado que las posiciones de demócratas y republicanos, que controlan respectivamente Senado y Cámara de Representantes, parecen difícilmente conciliables, la amenaza de una negociación "in extremis" como la de 2011 crece y con ella los temores ante la incapacidad de los legisladores para un acuerdo duradero y sostenible.

Por si fuera poco, la agitada semana se inició con la noticia de que el candidato favorito para suceder a Bernanke Larry Summers renunciaba al cargo al asumir la dificultad que entrañaba su eventual proceso de confirmación en el Senado.

Todas las miradas pasaron entonces a Janet Yellen, actual vicepresidenta del banco central de EE.UU. y que junto a Summers era percibida como aspirante final, como posible relevo de Bernanke, quien concluye su mandato en enero próximo.

Ante esta compleja situación, la Fed, organismo alérgico por definición a los rumores, parece haber decidido aguardar a la espera de que se despejen las múltiples dudas.

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