La revuelta de las 'batas blancas' estalla a Susana Díaz a un mes de las elecciones

  • Los médicos andaluces cobran 600 euros menos que la media y protestan, junto a los enfermeros, apoyados por la marca de Podemos en la región.
En Sevilla, la presidenta de la Junta, Susana Díaz
En Sevilla, la presidenta de la Junta, Susana Díaz
JESÚS PRIETO/Archivo

La revuelta de los médicos y enfermeros andaluces le ha estallado a Susana Díaz en plena precampaña de las elecciones autonómicas que se celebrarán el próximo 2 de diciembre. La rebelión de las 'batas blancas', que comenzó con tibias protestas de los médicos de atención primaria de Málaga, en las que se reivindicaban más medios y un sueldo equiparable al de sus colegas del resto de España, ya ha llegado a Huelva y a Granada y en los próximos días podría hacerlo a Sevilla y Cádiz. 

Los paros de la sanidad andaluza están convocados por el Sindicato de Médicos de Málaga y Huelva y cuentan con el apoyo de la plataforma Basta Ya –integrada por casi 300 médicos de familia y pediatras–, el Colegio de MédicosAdelante Andalucía, la marca de Podemos en la comunidad. El conflicto, que se ha ido agravando a medida que se acercan los comicios y que se ha ido politizando, ha llevado al Gobierno de Susana Díaz a anunciar un plan de contratación de nuevos facultativos. Sin embargo, el gesto de la Junta no ha contentado a los impulsores de la protesta, que tachan la actuación de "insuficiente y engañosa" y anuncian que seguirán con las movilizaciones.

Las cifras de la discordia

Solo en Málaga los impulsores de las movilizaciones consideran que se necesitan, en atención primaria, 180 nuevos médicos de familia y 50 pediatras más para poder ofrecer una atención de calidad y según los estándares del resto de España.  

"El deterioro de la sanidad pública andaluza es enorme", explica el presidente del Sindicato Médico de Málaga, Antonio Martín Noblejas. "Nos parece bien el aumento de plantilla del que habla la Junta de Andalucía, pero hacen faltan más médicos, porque arrastramos un déficit enorme en atención primaria". Insisten en que "es urgente que por lo menos podamos dedicar una media de 10 minutos por paciente en cada consulta y que cada médico de familia no tenga asignados a más de 1.500 usuarios en su cupo, ya que ahora estamos en los 1.700".

Los enfermeros también protestan

La protesta de los médicos andaluces coincide además en el tiempo con la de los enfermeros, que a través del sindicato Satse denuncian que solo la sanidad pública necesitaría 23.149 profesionales más para igualar la ratio de profesionales por cada 1.000 habitantes que existe en Europa. Una ratio que en Andalucía, teniendo en cuenta tanto a la sanidad pública como privada, es de 4,13/1.000, mientras que en el resto de España es de 5,3 y en Europa de 8,8, según el estudio 'Análisis de la situación de los enfermeros y enfermeras en los centros sanitarios de Andalucía' presentado por el secretario general de Satse en Andalucía, José Sánchez Gámez.

En lo que se refiere exclusivamente a la sanidad pública de Andalucía, la ratio por 1.000 habitantes es de 2,77 enfermeras y enfermeros, frente a la media nacional de 3,64. Así, solo en el SAS, Andalucía necesitaría una plantilla de 46.447 enfermeras y enfermeros para alcanzar, al menos, la media europea y sería necesario un incremento de 23.199 profesionales, 19.104 en hospitales y 4.095 en atención primaria.

La situación del centro de Salud San Telmo, de Cádiz, es ilustrativa en este sentido: "Cinco enfermeros y enfermeras no podemos cuidar de más de 1.000 personas”, aseguran. Además, Satse reclama y exige “la resolución inmediata” de las oposiciones para enfermeras y enfermeros abiertas en el SAS “tras años de retrasos injustificados”, como explica la secretaria provincial de Satse en Sevilla, Reyes Zabala.

Y es que los datos que arroja una visión del SAS son esclarecedores y ponen de manifiesto que los recortes tras la crisis económica han propiciado un daño a la sanidad pública andaluza de la que aún no se ha recuperado. Así, todavía no se han recuperado los niveles de gasto por sanitario por habitante que había en el año 2009, que era de 1.180 euros, frente a los 1.166 de este año 2018. Lo que convierte a la sanidad pública andaluza en la última en este sentido, muy lejos de la media nacional, 1.436 euros, y de comunidades como el País Vasco, con 1.699 euros. Incluso, la inversión en Andalucía es muy inferior a una comunidad vecina y de nivel de renta similar, Extremadura, que gasta en sanidad 1.549 euros por habitante.

Las reivindicaciones principales de los médicos malagueños son una radiografía perfecta de lo que sucede en las otras provincias que se han sumado a la protesta y del SAS en general: incremento de las plantillas de facultativos de los centros de salud, estabilidad en el empleo con contratos de larga duración, disponer de al menos 10 minutos para ver a cada paciente (ahora son apenas 5) y que sus sueldos estén en consonancia con la media española. Y es que los galenos andaluces cobran en hospitales y centros de atención primaria 600 euros menos de media que los del resto de España. Asimismo, se reclama la libertad de prescripción o poder solicitar más pruebas diagnósticas a los pacientes y que éstas se resuelvan en menos de 30 días.

Según Rafael Carrasco, presidente del Sindicato Médico Andaluz, "hay una diferencia de 700 euros netos mensuales entre lo que cobra un médico de un hospital de Sevilla y otro de Castilla y León o de más de 1.000 euros mensuales con lo que cobra un médico, aquí al lado, en Ceuta o Melilla". La media del sueldo de un Médico Interno Residente (MIR) interino sin trienios en España es de 2,230 euros, 433 más que los 1.797 de un médico en las mismas circunstancias en Andalucía.

Un médico de un centro de salud del centro de Huelva, que prefiere omitir el nombre del consultorio y el suyo propio, "hay miedo a las represalias", asegura, que "hay una enorme regresión en la calidad de los centros de salud y de la asistencia sanitaria en general desde hace años. Faltan medios, falta personal, médicos y enfermeras, pero también celadores, personal administrativo… En este caso y en esta protesta lo económico, nuestros sueldos, es lo de menos, lo menos importante. Estamos hablando de calidad en el tratamiento de los pacientes, en las condiciones que prestamos nuestro trabajo".

Además, critica también la situación de las pruebas diagnósticas: "No puede ser que para una colonoscopia o una radiografía haya una demora de meses, cinco, seis, siete meses. ¿Y si ese paciente para el que hemos pedido una colonoscopia tiene cáncer y su diagnóstico se retrasa meses porque no se hace la prueba hasta mucho después? Estamos hablando de vidas humanas", sentencia.

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