La ruta del mejor chocolate

  • Damos un paseo por algunos de los negocios donde se puede degustar este exquisito manjar

Tienda Chocolat Factory
Tienda Chocolat Factory
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Caliente, con leche, con frutos secos... tomar chocolate es un placer y tal vez sea éste el que ha alimentado la leyenda de que este dulce es un buen sustitutivo del sexo. Un hecho que pese a que no se ha probado científicamente, son muchos los que se esfuerzan por defenderlo. Sea como sea, lo cierto es que en bebida o sólido el chocolate forma parte de la cultura española desde hace casi 500 años. "Sin esta pasta frailuna no pueden vivir los españoles" escribió Galdós y así debe ser ya que son muchas las tiendas especializadas en este manjar que salpican nuestra geografía.

Un chocolate valioso como el oro

Nos acercamos a la calle Alcalá de Madrid, donde se encuentra"Moulin Chocolat"un templo del buen yantar especializado en chocolates franceses de la variedad "Valrhona". Es ya mítica en la capital la fuente de chocolate fundido con la que el establecimiento nos recibe a su entrada. Ricardo Martínez abrió el establecimiento hace tres años "toda la tienda se basa en el chocolate, tenemos postres, macarons, panetones, tabletas."

Una de las especialidades que más éxito tiene entre sus clientes, nos cuenta Ricardo, es el macaron, "el dulce francés por excelencia". Se trata de un pastelito redondo, con dos capas de almendra y azúcar, relleno de merengue, chocolate, café...En realidad son prácticamente infinitos los sabores que puede guardar en su interior este exquisito manjar.

Otro de los postres que nos ofrece este local, de seguro no dejará indiferente: "el babilum es un cono de chocolate rodeado con macarons de todos los sabores y con un toque de oro". Se trata del postre "más exclusivo" de esta chocolatería y su precio ronda los 40 euros.

Chocolate a medida

Para Ariel Mendizabal, Maestro Chocolatero de España en 2005, no es necesario que su establecimiento en Vilaboa (Culleredo, A Coruña) tenga una especialidad. Afirma que no quiere que la gente vaya a su chocolatería buscando un producto en concreto, sino que una vez entre, descubra qué dulce es el idóneo para él: "No quiero un buque insignia para que toda la gente venga aquí para encontrar ese producto. Quiero que cuando entres disfrutes como en la casa de Hansel y Gretel".

Mendizabal lleva el oficio en la sangre. Su abuelo ya se dedicaba a la confitería en Argentina y también su padre trabaja en el obrador. Se mudaron a Galicia cuando él tenía nueve años. Menos de quince años después, con 28 años, Ariel consiguió el título de Maestro Chocolatero.

El éxito de este joven, tal ve se deba a que entiende su trabajo como un arte al que dedicar tiempo y creatividad: "No concibo un bombón hecho de chocolate de Madagascar, por ejemplo, y que la persona que lo pruebe se quede con eso nada más. Mi intención cuando alguien lo cata es que perciba las sensaciones."

En esta bombonería se cuenta con muchos tipos de chocolates, con varias mezclas exóticas de todas las clases "con azafrán, con licores, con orujo…". "El chocolate es como las personas, dulce, amargo, intenso... Se podría decir que hay un chocolate para cada persona". De hecho, si algo tiene este chocolatero es que no le gusta la rutina. Por ello, en su obrador nunca paran de buscar nuevos productos: "Es como el vestuario, no te pones el mismo todos los días, pues esto es igual".


Trufas seductoras, raviolis sexys...

De una chocolatería "única" pasamos a otra con varias réplicas por nuestro país. Se trata de "Chocolat Factory" que abrió en noviembre de 2000 bajo la dirección y supervisión de Titus Ruiz. Hoy cuenta con 19 tiendas ubicadas en Barcelona, Madrid, Vigo u Oviedo, entre otras.

Según nos explica Maite Felices, encargada de comunicación de la compañía, la mejor manera de degustar un trozo de chocolate es "dejar que un pequeño trozo se funda lentamente en la lengua. A menos que se trate de una muestra de mala calidad, los degustadores no escupen el chocolate porque también extraen información de la sensación que produce al paladar".

Es precisamente en esa sensación de placer que produce el chocolate cuando se ingiere la que ha inspirado a la compañía para lanzar un mensaje optimista en tiempos de crisis: "Se parte de la sensualidad del chocolate, combatiendo el letargo de estos tiempos de crisis con una innovadora y refrescante invitación al placer cargada de buen humor: trufas seductoras, raviolis sexys, camiones rosas..."

Uno de los productos que Maite destaca dentro de la amplia carta de la compañía es "la pasta fresca de chocolate" donde se combinan el sabor dulce del cacao con la textura de la pasta. "The Pasta se ha ideado en dos variedades: raviolis de chocolate con queso ricotta y nueces, y tagliatelle de chocolate negro".

Pero la experimentación no acaba aquí, ya que esta pasta se puede servir acompañada por salsas como la de Amaretto, la de Caramelo o la de Chocolate. "El maitre chocolatier, Michel Laline, también recomienda condimentarla con queso parmesano y pimienta molida, pero sobretodo, experimentar", nos cuenta Maite.

El diccionario Stevens bilingüe de 1706 definía al chocolate como: "Bien conocido y, por eso, no necesita decirse, nada más", así que poco más se puede escribir, solamente… que ustedes lo disfruten.

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