La sexta ola ya está pasando factura a los trabajadores españoles y a las empresas en las que desarrollan su actividad. Según datos del Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, entre el 1 y el 23 de diciembre se registraron 240.000 incapacidades temporales derivadas del Covid. El departamento que dirige José Luis Escrivá apunta que se trata de datos provisionales, por lo que cuando se conozca el dato definitivo del mes de diciembre, previsiblemente será mayor. Estas cifras incluyen contagios y también aislamientos por haber estado en contacto con el virus. Desde Seguridad Social señalan que la subida es "similar" a la de otras olas anteriores.
De momento, "comparado con otras olas, el número de procesos es inferior". La cifra multiplica por más de tres la del mes de noviembre (75.861), pero está muy por debajo de las 636.260 incapacidades temporales iniciadas en enero del pasado año y es también inferior a las 402.203 de julio, en el pico de la quinta ola del coronavirus. Además de que los datos no son definitivos, hay que añadir que el número de afiliados a la Seguridad Social es ahora mayor que en los meses anteriores, por lo que más trabajadores tienen derecho a la baja.
La incapacidad temporal por Covid fue una de las primeras medidas aprobadas por el Gobierno al inicio de la pandemia. Esta se asimiló a accidente de trabajo estableciendo que la prestación para los trabajadores sea del 75% de su base reguladora desde el día siguiente al de la baja en el trabajo, en lugar del 60% de la base reguladora desde el cuarto día de la baja hasta el vigésimo inclusive y del 75% desde el día 21 en adelante que supone para quienes se les reconoce una baja por enfermedad común. Además, también hace que la administración asuma el coste de esta prestación desde el primer día, a diferencia de la baja común, cuando lo hace a partir del día 15.
Los datos de diciembre muestran también una reducción de los procesos, aunque cuando se han hecho públicos estos datos muchas de las bajas todavía no han finalizado. Con todo, hasta el 23 de diciembre, la duración media alcanza los 9,95 días, el periodo más corto desde que se empezaran a contabilizar en marzo de 2020. Además de la reducción de los síntomas, gracias al avance del proceso de vacunación, también se han ido reduciendo los días en los que las autoridades sanitarias instaban al aislamiento o cuarentena, por lo que es lógico que se reduzca la duración de las bajas.
Coste de las bajas
Los 240.000 procesos iniciados hasta el 23 de diciembre también tienen un impacto en las arcas públicas, puesto que es la Seguridad Social quien abona el 75% de la base reguladora a los trabajadores que están en situación de incapacidad temporal. Además, descuadra las cuentas del departamento de Escrivá que calculaban un impacto de 1.200 millones de euros para las bajas entre enero y diciembre de 2021. No obstante, tal como publicó este periódico, hasta noviembre, estos procesos han tenido un coste de cerca de 1.600 millones de euros.
La cifra, que no incluye los contagios de la variante ómicron, porque el primero en España se detectó el 29 de noviembre, es casi el doble que un año antes. Según los datos del Resumen de Ejecución del Presupuesto de la Seguridad Social, hasta noviembre de 2020 se habían abonado 871,26 millones de euros, un 45% menos. Durante el primer año de la pandemia -entre marzo de 2020 y marzo de 2021-, la Seguridad Social tramitó 3,7 millones de procedimientos de incapacidad temporal por el virus.
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