La sombra de la inflación se asoma en Brasil a seis meses de las elecciones

  • La sombra de la inflación, eterno fantasma de los países latinoamericanos, se asoma con fuerza en Brasil a seis mes de que se celebren las elecciones presidenciales y después de que el Banco Central informase esta semana que la tasa de marzo (0,92 %) dobló a la del mismo mes del año pasado (0,47 %).

Alba Santandreu

Sao Paulo, 10 abr.- La sombra de la inflación, eterno fantasma de los países latinoamericanos, se asoma con fuerza en Brasil a seis mes de que se celebren las elecciones presidenciales y después de que el Banco Central informase esta semana que la tasa de marzo (0,92 %) dobló a la del mismo mes del año pasado (0,47 %).

Punto de mira de los mercados, la inflación se ha convertido en el último año en uno de los principales campos de batalla del Gobierno brasileño, quien ha intentado combatirla con una rígida política monetaria.

El pasado mes de abril, el Banco Central brasileño realizó la novena subida consecutiva de la tasa básica de tipos de interés oficial, conocida como Selic, y que se encuentra establecida en el 11 % anual.

Para el economista del Instituto Brasileño de Economía de la Fundación Getulio Vargas (FGV), el profesor André Braz, Brasil avanzó en la dirección correcta en su política monetaria, aunque precisó que todavía es necesaria una revisión de la política fiscal.

"Es necesaria una revisión de los gastos públicos. El Gobierno es una gran familia. Al consumir, aumentó la demanda y por tanto aumentan los precios", afirmó Braz en un diálogo con Efe.

Brasil cerró 2013 con una inflación del 5,91 %, por encima del centro de la meta del Gobierno pero por debajo del techo máximo, mientras que los analistas del mercado financiero consultados la semana pasada por el Banco Central calcularon que la inflación de 2014 será del 6,35 %, por debajo del 6,5 % tolerado por el Ejecutivo.

Según el economista, el aumento de la inflación previsto para 2014 obedece, en parte, a que el Gobierno brasileño no realizó en 2013 los reajustes de precios pertinentes en el sector de la energía, la gasolina y los transportes, lo que forzará a un mayor aumento este año.

"El Gobierno no aumentó los precios de la gasolina, la energía y (los pasajes de) los autobuses urbanos, y lo tendría que haber hecho porque creó una burbuja", apuntó el analista.

De acuerdo con Braz, "el año pasado esos servicios ya estaban con precios desfasados y la ausencia de un reajuste positivo en 2013 hizo que el desfase aumentase en 2014, por lo que el aumento va a ser mayor".

No obstante, para el profesor, a pesar de que la inflación se encuentra en un estado "avanzado", está "lejos" de causar los desequilibrios experimentados en décadas anteriores.

En su opinión, el problema de la inflación nunca salió de la agenda política, aunque precisó que con la llegada de las elecciones su combate ganará mayor fuerza.

Brasil celebrará elecciones presidenciales, legislativas y regionales el próximo 5 de octubre y, según las últimas encuestas, la presidenta Dilma Rousseff ganaría los comicios en primera vuelta.

En la campaña electoral se espera que la discusión política tome protagonismo en el debate entre los candidatos, con temas como el control de la inflación, la subida de los intereses, el crecimiento por debajo de las expectativas, así como el cambio y rebaja de la nota de calificación del país.

Según informó recientemente Moody's, la agencia de calificación de riesgo no tiene previsto modificar la perspectiva estable de la nota de crédito soberana de Brasil este año, aunque advirtió de que una posible revisión dependerá de la política económica que emprenda el Gobierno que salga de las urnas en octubre próximo.

Según Moody's, sobre la decisión de la agencia pesa más las medidas que se puedan tomar para estimular el crecimiento y reducir la inflación, que los datos en sí.

"Los números (macroeconómicos) son débiles, pero no esperamos sorpresas ni positivas, ni negativas. Por eso vamos a esperar este año para ver el programa de la próxima administración", comentó recientemente el analista de crédito soberano Mauro Leos.

En marzo, Standard & Poor's, otra de las agencias de calificación de riesgo, rebajó la nota soberana de crédito de Brasil desde "BBB" hasta "BBB-", por lo que el país quedó en el último escalón de los países con grado de inversión, es decir, considerados seguros para invertir.

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