La tercera ola de morosidad

  • Ya viene. Las cajas y bancos españoles se preparan para afrontar una tercera ola de créditos fallidos a partir de septiembre como consecuencia de la caída del turismo, que supone el 7% del PIB.
La caída del turismo agudizará el impago de créditos en el sector hostelero y turístico.
La caída del turismo agudizará el impago de créditos en el sector hostelero y turístico.
R. J. Lapetra
R. J. Lapetra

Primero fueron los promotores inmobiliarios. Después, los particulares. Y luego vendrán las pymes, que liderarán la tercer ola de morosidad. Es la profecía que se recita al pie de la letra entre los banqueros. Las pequeñas y medianas empresas, que suponen entre el 80% y 90% del tejido empresarial y de empleo en nuestro país afrontan su periodo más difícil desde que comenzó la crisis.

La exposición al sector del turismo de la hostelería (bares y restaurantes), así como el alargamiento en los plazos de pago a proveedores de la grandes empresas y ayuntamientos encenderá una nueva ola de morosidad (créditos impagados) en el último trimestre del año, según los expertos. "La morosidad sigue siendo la clave en la gestión de las entidades", reiteran fuentes del sector. No es para menos.

Las entidades españolas se encuentran, de media, en la delgada línea roja que separa la pérdida del beneficio por culpa de la morosidad o créditos impagados durante más de tres meses consecutivos. Ese límite está en el 4,5%, según un analista de banca, y es el momento en el que comienzan a dañarse visiblemente la cuenta de resultados, el balance y la solvencia de la entidad. Hasta junio, la mora del sistema se situó en el 4,48%, el triple que un año antes y que supone unos 80.500 millones de euros en préstamos de dudoso cobro.

Según un estudio de una gran caja de ahorros, aquella primera ola de morosidad (a partir de 2007) se produjo por "el ajuste del sector inmobiliario" entre unos clientes muy concretos: los promotores o, según la jerga, 'los ladrilleros', que ha estado bien controlada al tratarse de grandes créditos y estar más vigilados.

La segunda ola estuvo estuvo impulsada por el aumento del paro y la destrucción de empleo, pero se ha visto compensada doblemente por la caída de los tipos de interés. Por un lado, aliviando el coste para los hipotecados. Por otro, disparando el margen de intereses -uno de los principales ratios de rentabilidad- al revisar más lentamente (en varios meses) los intereses que cobra por los créditos frente a la actualización automática (en pocas semanas) de lo que paga por los depósitos de la clientela.

¿Y la tercera? El nuevo escenario plantea la entrada en suspensión de pagos de un sector productivo que, por simple calendario, ha aguantado perfectamente hasta este verano, que es cuando genera la despensa de ingresos para el resto del año. Según fuentes bancarias consultadas por lainformacion.com, la caída del turismo, muy intensivo tanto en empleo como en negocio, ha encendido está nueva ola de morosos, que retroalimentará las dos anteriores y se verá impulsada por la duración de la crisis, que acaba de cumplir dos años en activo.

Vigilancia sobre las cajas costeras

El faro del Banco de España ilumina con especial firmeza a las entidades más expuestas a las regiones costeras, que está sufriendo las consecuencias de la crisis sobre uno de los sectores que más dinero y empleo mueve: el turismo. Analistas consultados por lainformacion.com situaron ese foco en entidades como La Caja de Canarias, la balear Sa Nostra, la catalana Caixa Cataluña o las valencianas Bancaja y CAM, que tienen una tasa de morosidad que ronda el 5% y que agrupan buena parte de sus créditos en dos segmentos que pueden verse más dañados: la financiación de segundas viviendas o vacaciones -que siempre se dejan de pagar antes que la principal- y el empresario que depende del turismo.

Aquí entran bares, restaurantes, hoteles o hasta las tiendas de souvenirs.  Según los presagios de la Unión de Profesionales y Trabajadores Autónomos (UPTA), tras el verano, 5.000 bares y restaurantes podrían echar el cierre como consecuencia del bajón en el consumo, en combinación con la nueva ley antitabaco que prepara el Gobierno y la normativa contra los chiringuitos. Pero lo que realmente golpeará al sector es la triple disminución de los ingresos por la menor afluencia de turistas, la menor duración de sus vacaciones y el menor gasto que realizan durante las mismas.

Gráfico: El mapa del tamaño y la solvencia de las cajas de ahorro

Temas: La hoja de ruta de las fusiones | La cajas que pueden pedir ayuda al FROB

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