La troika examina a Irlanda con vistas a su salida del programa de ayuda

  • Con la vista puesta en el fin del programa de ayuda a Irlanda, la tríada formada por la Comisión Europea (CE), el Banco Central Europeo (BCE) y el FMI inicia mañana la novena revisión de la actuación de Dublín en el último trimestre.

Dublín, 28 ene.- Con la vista puesta en el fin del programa de ayuda a Irlanda, la tríada formada por la Comisión Europea (CE), el Banco Central Europeo (BCE) y el FMI inicia mañana la novena revisión de la actuación de Dublín en el último trimestre.

Durante los próximos nueve días, la troika evaluará los progresos efectuados por el Ejecutivo entre noviembre y enero para cumplir con los objetivos marcados en el rescate de la Unión Europea y el Fondo Monetario Internacional (FMI), cuantificado en 85.000 millones de euros y al que accedió en noviembre de 2010.

Desde entonces, los inspectores han certificado en cada revisión la buena marcha del rescate y el pasado octubre dieron luz verde al plan de ajuste para 2013, con el que Dublín espera ahorrar 3.500 millones de euros para alcanzar el objetivo de déficit público del 7,5 % del PIB este año, después de cerrar 2012 en el 8,2 %, cuatro décimas por debajo del techo fijado por la UE y el FMI.

Los análisis positivos han animado al Gobierno irlandés a regresar, con éxito, a los mercados de deuda para buscar fuentes de financiación alternativas y recuperar cierta independencia económica de cara a su esperada salida del programa de ayuda a final de 2013.

La troika, no obstante, continuará pidiendo a los dirigentes irlandeses que mantengan el alto ritmo de reformas mostrado durante los últimos años para lograr reducir el déficit publico hasta el 3 % del PIB en 2015.

En este sentido, sendos informes de la CE y el FMI han expresado preocupación tras la última revisión trimestral de la tríada respecto a una supuesta desaceleración en la política de ajustes de Dublín, cuyo principal objetivo ahora, dicen, es lograr un acuerdo con el BCE sobre su deuda bancaria.

El Gobierno irlandés quiere que la UE cumpla con el ofrecimiento de un nuevo pacto de reestructuración de la deuda bancaria de este país, que asciende a 64.000 millones de euros y es vista como un lastre para su política económica.

El Ejecutivo del conservador Enda Kenny lleva meses insistiendo en esta cuestión, ya que la recapitalización directa permitirá separar la deuda bancaria de la soberana, lo que tendrá un efecto positivo para cumplir con el objetivo de déficit marcado en su rescate.

Sin embargo, la troika ha insistido en que, independientemente de cómo se resuelva esta cuestión, Irlanda debe continuar aplicando medidas de austeridad y acometiendo reformas en áreas clave, como la sanidad o el sistema de bienestar social.

Aunque Dublín ha reducido significativamente el tamaño del sector público, Bruselas y Washington consideran que esos salarios son todavía muy altos, las prestaciones sociales son demasiado generosas y el impuesto sobre la renta debe subirse.

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