La UGT de Portugal preocupada por la deuda de las empresas

  • El líder de uno de los dos mayores sindicatos de Portugal, Joao Proença, de la Unión General de Trabajadores (UGT, socialista) considera uno de los principales problemas del país la deuda de las empresas privadas.

Lisboa, 27 abr.- El líder de uno de los dos mayores sindicatos de Portugal, Joao Proença, de la Unión General de Trabajadores (UGT, socialista) considera uno de los principales problemas del país la deuda de las empresas privadas.

"Tenemos las empresas más endeudadas de Europa", declaró el dirigente sindical en una reunión con la prensa extranjera en Lisboa, en la que insistió también en la necesidad de una política para promover el crecimiento y el empleo en su país y en Europa.

Aunque la deuda pública lusa, que supera ya el cien por cien del PIB, es la principal causa de la dura política de ajustes adoptada por el Gobierno conservador, Proença dio la alerta sobre el peligro del endeudamiento del sector privado, que además está sujeto a la fuerte restricción de crédito que sufre el país.

El secretario general de la UGT expresó además su desconfianza hacia algunas medidas que promueven la UE y el Fondo Monetario Internacional (FMI) en su programa de rescate financiero de Portugal, al que concedieron el año pasado 78.000 millones de euros.

Entre esas medidas señaló la posible disminución de la tasa de la seguridad social que las empresas pagan al Estado, recomendada por el FMI para dinamizar la actividad empresarial.

El líder sindical, cuya central mantiene una línea mucho menos crítica con el Ejecutivo que el otro gran sindicato luso, la Conferederación General de Trabajadores Portugueses (CGTP, comunista) se mostró también preocupado por las malas perspectivas de futuro de su país.

La UGT, que cuenta con cerca de 500.000 afiliados, cerca del 9 % de la población en edad de trabajar, firmó a comienzos de año un pacto con la patronal y el Gobierno conservador sobre la reforma laboral que no tuvo el apoyo de la mayoritaria CGTP.

La reducción de los días de vacaciones y del pago de horas extraordinarias que contempla el acuerdo, junto a medidas para flexibilizar el mercado laboral y abaratar el despido, fueron dos de los puntos que crearon más fricción entre ambas centrales sindicales.

Proença, que obtuvo del Gobierno la promesa de que se impulsarán algunas de las peticiones sociales reclamadas por los sindicatos, reconoció que ahora "hay un cuadro de atrasos sistemáticos en medidas que promuevan la competitividad y el empleo"".

No obstante el dirigente laboral expresó su confianza en que el Gobierno cumpla con lo acordado.

Sobre el escenario internacional que afecta a la situación lusa, Proença ve en la crisis en España, principal socio comercial de Portugal, y la desaceleración económica de Francia o Alemania una amenaza a las exportaciones portuguesas.

Portugal tiene una tasa de desempleo en alza que rebasa ya el 14 %, una caída prevista este año del PIB superior al 3 % y sufre además el impacto de las políticas de austeridad adoptadas para reducir su déficit fiscal del 7,5 % al 4,5 % en 2012, como piden la UE y el FMI.

La UGT ha apoyado dos de las tres huelgas generales organizadas por la CGTP, contra los efectos sociales de la crisis y la reforma laboral aprobada por el Gobierno luso.

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