Bruselas.- La Unión Europea mostró hoy su apoyo unánime a Irlanda, cuyo Gobierno se ha visto obligado a elevar las previsiones de déficit público para 2010 hasta el 32% del PIB tras cifrar la factura del rescate de su sector bancario en unos 50.000 millones de euros.
El Eurogrupo, la Comisión Europea y el Banco Central Europeo valoraron el difícil anuncio efectuado por el Ejecutivo irlandés esta mañana, por considerarlo "una importante clarificación de la situación" y negaron que Irlanda vaya a necesitar el auxilio del fondo de rescate del euro, aprobado tras la crisis de Grecia para socorrer a los socios con problemas de financiación.
En un comunicado conjunto enviado tras la reunión de ministros de Finanzas de la zona euro, las instituciones valoraron el "inequívoco compromiso de las autoridades" irlandesas para situar el déficit público por debajo del 3% del PIB en 2014, como estaba acordado.
Para ello, pidieron al Gobierno que modifique el plan de estabilidad de los próximos cuatro años con objeto de contemplar los nuevos gastos asociados al rescate del sector bancario y le dieron de plazo hasta noviembre para hacerlo.
Las instituciones europeas argumentaron la confianza depositada en Irlanda en las "efectivas" medidas tomadas hasta el momento para sanear sus cuentas públicas, que hubieran logrado cumplir los objetivos de reducción de déficit para este año, de no ser por las inyecciones de dinero público en las entidades afectadas.
"La tendencia del ajuste fiscal en Irlanda ha sido hasta ahora fuerte y las medidas de consolidación han sido efectivas. Por eso, confiamos en el compromiso de Irlanda de diseñar un programa de ajuste plurianual adaptado, que devuelva el déficit por debajo del 3% del PIB en 2014 y sus finanzas públicas a una senda sostenible", dice el comunicado acordado hoy por el Eurogrupo.
El Banco Central de Irlanda anunció hoy la factura final de la reestructuración del sector bancario irlandés, que incluirá el rescate de Anglo Irish Bank por valor de unos 29.300 millones de euros.
El ministro irlandés de Finanzas, Brian Lebihan, calificó las cifras de "horrendas", pero indicó que su divulgación debería transmitir "tranquilidad" a los mercados internacionales, que han elevado los bonos irlandeses a cifras récord en las últimas semanas.
Por otro lado, los ministros de Finanzas del euro evaluaron la situación de otro de los países que están siendo cuestionados por los inversores, como Portugal, que también protagonizó junto a Luxemburgo el ejercicio diseñado para detectar divergencias de competitividad en la zona euro mediante la comparación de dos economías.
Presionado por los mercados de deuda, Portugal anunció ayer nuevas medidas para reducir el déficit público, que incluyen un aumento del IVA, una rebaja del salario de los funcionarios, la congelación de pensiones y recortes del gasto y la inversión estatal.
La Unión Europea felicitó a Portugal por los ajustes anunciadas ayer que, a su juicio, serán suficientes para alcanzar los objetivos de reducción del déficit público (fijados en el 7,3% del PIB y el 4,6% para 2010 y 2011, respectivamente), aunque precisó que la Comisión publicará un análisis preciso más adelante.
Sin embargo, en un comunicado conjunto, la Comisión, el BCE y el Eurogrupo solicitaron al gobierno luso que acompañe las medidas adicionales de ajuste con reformas estructurales para fomentar el crecimiento económico y remediar la pérdida de competitividad que ha sufrido en los últimos años.
El plan de medidas propuestas ayer por la Comisión Europea para evitar precisamente nuevas crisis de deuda en la zona euro, con multas de hasta el 0,2% del PIB a los países infractores, fue eliminado de las discusiones.
Juncker explicó que prefiere que los ministros tengan una opinión formada antes de examinarlo, a mediados del mes que viene, y recordó que muchos detalles ya se han discutido en un organismo político que debate la reforma de la disciplina presupuestaria, la llamada "task force", liderada por el presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy.
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