La Unión Europea reitera el ultimátum: "No hay plan B" para Grecia

  • Los líderes europeos han aumentado hoy la presión sobre el jefe de la oposición conservadora en Grecia, Antonis Samaras, y han apelado a su "responsabilidad" para que salga adelante el plan de ajuste y privatizaciones de 28.000 millones de euros que la Unión Europea y el Fondo Monetario Internacional (FMI) exigen a Atenas como condición para desbloquear las nuevas ayudas de emergencia.
Europa Press

Los líderes europeos han aumentado hoy la presión sobre el jefe de la oposición conservadora en Grecia, Antonis Samaras, y han apelado a su "responsabilidad" para que salga adelante el plan de ajuste y privatizaciones de 28.000 millones de euros que la Unión Europea y el Fondo Monetario Internacional (FMI) exigen a Atenas como condición para desbloquear las nuevas ayudas de emergencia.

El primer ministro luxemburgués y presidente del Eurogrupo, Jean-Claude Juncker, ha sido contundente al advertir de que "no hay un plan B" para Grecia y ha pedido a Samaras y al resto del parlamento griego que "cumpla" y respalden las reformas en el voto del próximo martes. "No podemos hacer creer a los griegos que puede haber otra solución. No hay un plan B. Tienen que cumplir", ha declarado a su llegada a la reunión de jefes de Estado y de Gobierno de la UE en Bruselas.

La canciller alemana, Angel Merkel, también ha dejado claro que no habrá más ayudas para Grecia si no sale adelante el paquete de reformas y ha pedido a la oposición que asuma su "responsabilidad histórica". Horas antes de que arrancara la cumbre, en una reunión previa de mandatarios del Partido Popular Europeo, la canciller ha recalcado que la UE no dará luz verde a "ningún programa" de ayuda para Atenas mientras no se produzca "el importante voto" del martes. "Apelamos a la oposición para que asuma su responsabilidad histórica", ha dicho más tarde, al llegar a la cita de los Veintisiete.

La Unión Europea exige la aprobación de estas medidas como requisito previo para desembolsar la ayuda de emergencia de 12.000 millones de euros que Atenas necesita para no suspender pagos este verano.

En la reunión de este jueves, el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, ha defendido que se desbloquee la ayuda de emergencia para evitar la quiebra y esperaba de esta reunión una "señal política determinante", según han explicado fuentes gubernamentales. "Si no rescatan a Grecia, no le hacen ningún favor al euro", han añadido las fuentes.

Otros que se han sumado a la llamada de unidad nacional en Grecia han sido el nuevo primer ministro portugués, Pedro Passos Coelho, que ha considerado "muy importante" para toda Europa que los ajustes de Georges Papandreu salgan adelante, aunque no ha valorado la actitud de Samaras, y el sueco Fredrik Reinfeldt, que ha dicho que "el resto de países en Europa quieren ver un compromiso a largo plazo y con una base amplia en el parlamento griego".

"Creo que es muy importante que todos los políticos griegos asuman su responsabilidad, porque hay mucho que debe hacerse en Grecia, y que no digan a los ciudadanos griegos que hay una salida fácil", ha insistido el primer ministro sueco, que, además, ha revelado que en la reunión previa del PPE los líderes de esta familia política han pedido a Samaras "dejar claro que participará para impulsar estas medidas".

"Hemos intentando utilizar todos los argumentos posibles con el colega Samaras, pero naturalmente es el señor Samaras el que adopta sus posiciones", ha dicho por su parte el primer ministro belga, Yves Leterme. "Creo que Europa va a asumir su responsabilidad y Grecia también", ha indicado.

El primer ministro holandés, Mark Rutte, ha dicho que la UE pide "a los líderes y a los ciudadanos de Grecia que estén a la altura y hagan lo que debe hacerse". "Un país sin divisiones, centrado y plenamente comprometido no será abandonado", ha subrayado.

"Por lo que se refiere a Grecia, sin consolidación fiscal, sin reformas, sin acuerdo de todo el espectro político, sin privatizaciones y sin colateral (para nuevos créditos) no se puede dar otro paso", ha apuntado a su vez la primera ministra eslovaca, Iveta Radicova. "Lo responsable para Grecia es llegar a acuerdos sobre más reformas", ha dicho al ser preguntada por la actitud del líder opositor.

Mientras, Papandreu ha reclamado a la Unión Europea que demuestre un "compromiso fuerte" con Grecia para lograr que el parlamento griego apruebe las reformas que someterá el martes a votación. "Grecia está firmemente comprometida a continuar un programa muy difícil pero importante de cambios radicales para hacer viable nuestra economía", ha resaltado el primer ministro griego tras reunirse con el presidente francés, Nicolas Sarkozy, y la canciller alemana, Angela Merkel, antes del inicio del Consejo Europeo.

"Esto es una batalla por nuestro país y también es una batalla por una moneda común europea y por una Europa común", ha insistido.EL 'NO' DE LA OPOSICIÓN

Pese a los numerosos mensajes de los líderes europeos, el jefe de la oposición conservadora griega, Antonis Samaras, ha mantenido su discurso de los últimos días y ha asegurado que no apoyará el plan de ajuste. Samaras ha acudido a Bruselas para participar en la reunión del PPE, a la que también han asistido, entre otros, la propia Merkel, el presidente de la Comisión Europea, Jose Manuel Durao Barroso; y el presidente del Consejo de la UE, Herman van Rompuy.

Samaras ha admitido en declaraciones a los medios la necesidad de aplicar medidas de ajuste a la economía griega para su recuperación, pero ha reiterado su rechazo a las que plantea el Gobierno de George Papandreu porque suponen "más impuestos" para un sistema "en una crisis sin precedente".

"He apoyado totalmente los ajustes fiscales en Grecia, sin embargo el actual paquete de políticas implementado por el Gobierno socialista exige más impuestos para una economía en una crisis sin precedentes. Esto ha creado serios problemas, como demuestran las cifras actuales. Necesitamos medidas correctivas para asegurar que la economía griega recupera y devuelve su deuda", ha afirmado Samaras en una breve declaración a la prensa, sin preguntas, a su llegada a la reunión del Partido Popular Europeo (PPE) que se celebra en Bruselas previa al arranque del Consejo Europeo.

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