La victoria de Hollande será "el fin del desprecio" de "Merkozy" a europeos

  • La previsible victoria del candidato socialista a la Presidencia francesa, François Hollande, en la segunda vuelta de las elecciones el próximo 6 de mayo, significará el fin del dominio de "Merkozy", de la imposición de una política de austeridad que es "una forma de desprecio hacia otros países europeos".

Virginia Hebrero

Madrid, 26 abr.- La previsible victoria del candidato socialista a la Presidencia francesa, François Hollande, en la segunda vuelta de las elecciones el próximo 6 de mayo, significará el fin del dominio de "Merkozy", de la imposición de una política de austeridad que es "una forma de desprecio hacia otros países europeos".

Así lo asegura el representante especial de Hollande, el diputado socialista Arnaud Montebourg, quien asegura, además, que en caso de victoria de la izquierda en Francia, "no será ratificado por el Parlamento francés" el "pacto fiscal punitivo europeo", un texto que considera "caduco".

"El condominio de (la canciller alemana Ángela) Merkel y de (el presidente francés Nicolas) Sarkozy es para nosotros, finalmente, una forma de desprecio hacia otros países europeos al que queremos poner fin", afirma, en entrevista con Efe, este político que quedó tercero en las primarias socialistas francesas.

"François Hollande recordó ayer mismo su deseo de solidaridad entre el Norte y el Sur. Dijo que no habrá un Norte virtuoso y un sur no virtuoso. Que hay países europeos con su historia y su biografía, con sus fuerzas y sus debilidades y que deben unirse para arreglar juntos los problemas", agrega Montebourg.

Después de la victoria del candidato socialista en la primera vuelta del 22 de abril, cree firmemente que la victoria de Hollande "está al alcance de la mano" porque "defendemos un proyecto capaz de unir a una gran mayoría de los franceses".

Este está basado en "el control de las finanzas, la reconstrucción de los servicios públicos, la reindustrialización del país y un cambio de orientación de la Unión Europea hacia una nueva Europa".

"Hemos hecho la elección de un cambio de rumbo, y esperamos, deseamos y pensamos que podemos ganar el 6 de mayo", asegura este diputado que recientemente presentó en España su ideario de una nueva izquierda en su obra "Votad la desglobalización".

Acerca del cortejo del aún presidente francés a los votantes de extrema derecha de Marine Le Pen, Montebourg no duda en señalar el proceso de "extremización" de Sarkozy, hasta el punto de haber concurrido en "una especie de primarias de la extrema derecha en las elecciones presidenciales".

"Hubo, de alguna manera, dos candidatos de extrema derecha, la señora Le Pen y Sarkozy. Este ganó en la primera vuelta y continua su deriva hacia la extrema derecha. Así que nos enfrentamos a un nuevo candidato de extrema derecha", añade.

Por ello "lanzamos un llamamiento a todos los republicanos, gaullistas, democristianos, a los comunistas y a los ecologistas, a todos los que no pueden aceptar el renovación de un mandato sobre una base extremista, para que se unan en torno a nuestro proyecto", proclama.

Asegura que la opción de la candidatura de Hollande es la de "un cambio profundo de las orientaciones de la Unión Europea".

"No vamos a contentarnos con medidas de imagen u homeopáticas. Hollande y yo pensamos que la política de austeridad dirigida por Merkel y Sarkozy, y que es apoyada por otros países, no solo es suicida, sino autodestructiva".

Con el debate acerca de la necesidad de impulsar el crecimiento cada día más vivo, Montebourg destaca que, si Hollande es elegido presidente, "enviará un memorando a todos los jefes de Estado y de Gobierno europeos, para presentarles una iniciativa de crecimiento, destinada a renegociar el tratado presupuestario punitivo europeo, que no será ratificado por el Parlamento francés en caso de la victoria de la izquierda en Francia".

"Para nosotros ese texto está caduco, y no será ratificado si no es transformado, renegociado y enmendado, subraya el representante especial del candidato socialista.

Afirma que se puede impulsar el crecimiento "si hacemos primero pagar los daños de la crisis al sistema financiero que la ha provocado, si utilizamos el Banco Central Europeo como todos los bancos centrales del mundo entero, para aliviar a los contribuyentes, a los ciudadanos europeos de esfuerzos inútiles".

Y financiando, en el plano europeo, grandes programas de infraestructura, de relanzamiento, "como en EEUU los imaginaron en los años 30 con Roosevelt después de la Gran Depresión".

También aboga por "protegernos contra el dumping social que ha echado abajo los costes del trabajo en todo el mundo y particularmente en Europa" y por cierta dosis de proteccionismo "que todos los países del mundo utilizan", mientras "el único sitio del mundo donde no hay protección contra la competencia desleal es la Unión Europea", agrega.

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