¿Practicar deporte por contrato? La tendencia laboral que está en camino

  • La tendencia 'healty' o sana ha hecho que cada vez más personas se animen a practicar deporte. Algo que es cada vez más importante para las empresas.
Ejercicio
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En España hemos pasado de ser uno de los países con menos adeptos a la práctica deportiva a uno de los que más crece. En los últimos años, nos hemos calzado las zapatillas y nos hemos animado a salir a correr o a ir al gimnasio. Un hecho que recoge el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, que en su encuesta de 'Hábitos Deportivos en España' del año 2015, recoge que más de la mitad de la población de más de 15 años practicó deporte en el último año. Es más, casi un 20% hace deporte todos los días, mientras que un 46% al menos una vez a la semana.

Esto ha dado lugar a un 'boom' de gimnasios en nuestro país, que es uno de los del Mediterráneo que más abonados tiene, un 10% de la población, según Deloitte. Porque las bondades del ejercicio físico van más allá de lo aparente. No solo es beneficioso para la salud, sino que también se vincula con una mayor productividad laboral. Un estudio de la Universidad de Estocolmo detectó que la práctica deportiva reduce un 22% el absentismo laboral y, por tanto, aumenta la productividad.

Por ello, las empresas están empezando a fomentar el deporte entre sus empleados, con descuentos en gimnasios, instalando espacios en las oficinas para el ejercicio físico u programando clases de distintas disciplinas. Si bien algunas empresas están llevando esto más allá y ya vinculan el deporte directamente en los contratos de sus empleados.

Deporte por contrato

Esta tendencia ha comenzado a darse en uno de los países más avanzados de Europa. En Suecia, tanto empresas públicas como privadas están incluyendo una cláusula en los contratos a sus trabajadores por la que estos deben practicar deporte para cumplir con sus obligaciones. Por ejemplo, como nos señalan desde el departamento de laboral del despacho de abogados Garrigues, las firmas Kalmar Vatten y Bjön Borj obligan por contrato a sus empleados a practicar una hora diaria de ejercicio a la semana en un centro deportivo cercano a sus oficinas.

Pero, ¿podrían llegar las empresas españolas a seguir estos ejemplos y aplicar esta cláusula por contrato? Como explica el socio del departamento de laboral de Garrigues Bernardo Pérez-Navas, en España lo que existe de momento es facilitar la práctica deportiva a través de técnicas como las mencionadas anteriormente -instalaciones, subvenciones, clases...-. "Y no solo se da en oficinas o en el sector servicios, también conocemos plantas industriales que ofrecen sesiones de yoga semanales", indica el letrado.

No obstante, el hecho de que esto se pueda convertir en una obligación en España, al igual que en Suecia, "sería muy discutible desde el punto de vista del derecho español, ya que, a pesar de los beneficios que pueda tener para el desempeño laboral, es una cuestión ajena a las funciones y tareas de los puestos de trabajo y podría suponer una intromisión en el ámbito privado", aclara Pérez-Navas. Es más, lo compara con "imponer la obligación de llevar a cabo una determinada dieta o unas horas de sueño mínimas diarias".

Por ello, el socio de Garrigues sugiere otras alternativas "menos agresivas" para fomentar el deporte en las empresas españolas sin tener que incluirlo en el contrato. Por ejemplo, la creación de incentivos o "premios" a quienes lleven a cabo prácticas saludables. "En la consultora japonesa Piala Inc conceden seis días extras de vacaciones como premio por no fumar en el trabajo", indica Pérez-Navas, un buen aliciente para que los trabajadores abandonen el tabaco. Por lo tanto, es improbable que nuestra empresa nos obligue a ejercitarnos, pero si queremos sumar puntos, nos conviene ponernos a ello.

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