¿Empleo de calidad? 71 años cobrando el SMI para igualar el sueldo anual más alto

  • Un informe de Intermon Oxfam revela que los salarios más bajos cayeron un 15% entre 2008 y 2016, mientras que los más altos subieron un 15,2%
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Que el nivel de empleo se ha empezado a recuperar de forma notable en España es un hecho, el problema es de qué tipo de puestos de trabajo estamos hablando. La precariedad se ha abierto hueco en nuestro mercado de trabajo y ha agrandado la brecha entre las rentas más altas y las más bajas. Uno de los datos que mejor lo demuestra es que un trabajador que cobre el Salario Mínimo Interprofesional (SMI) necesitaría 71 años para poder igualar el sueldo anual más alto. Un trabajador promedio necesitaría 29 años. 

El cálculo lo ha hecho Intermon Oxfam, que en su informe ¿Realidad o ficción? La recuperación económica, en manos de una minoría revela cómo desde el inicio de la crisis económica y hasta 2016, los salarios más bajos se han reducido en España un 15%, que es prácticamente lo mismo que han aumentado los sueldos más altos en ese mismo periodo.

El documento incide en que la recuperación económica ha favorecido cuatro veces más a los ricos que al resto de la población, así como que el 10% más rico de la población concentra ya más de la mitad de la riqueza total (53,8%), por encima del 90% restante. El reparto de la riqueza dista de ser justo si tenemos en cuenta que, de acuerdo con el informe, el 1% de la población más rica en España concentra una cuarta parte de la riqueza (25,1%), casi lo mismo que el 70% de la población (32,1%).

Si ampliamos el horizonte temporal, el diagnóstico no varía mucho: desde el año 2000, la mitad más pobre de la población en España ha visto caer su participación en la riqueza nacional en casi un punto porcentual, pasando del 10,9% al 10,2%. En ese mismo periodo,  el 1% más rico ha aumentado su participación en cerca de cinco puntos porcentuales, pasando de acumular el 20,4% al 25,1%.

Lo peor es que la recuperación económica no estaría ayudando a paliar esta situación, sino que más bien la favorece. Así, entre 2016 y 2017, el 1% más rico acumuló cuatro de cada diez euros de toda la riqueza creada, mientras que el 50% más pobre apenas consiguió repartirse siete de cada diez euros de dicho aumento. Solo en el último año, cuatro nuevos multimillonarios españoles entraron a formar parte de la lista creada por la revista Forbes, que ya incluye 25 multimillonarios españoles en la lista.

Los salarios solo amplían la brecha 

En lo que respecta a los salarios, el estudio de Oxfam Intermón refleja que mientras que la remuneración de los trabajadores no ha recuperado todavía los niveles de 2009, los beneficios empresariales lo hicieron dos años antes y se situaron, en el segundo trimestre de 2017, un 8,3% por encima de lo registrado en el primer trimestre de 2009. Así, desde el primer trimestre de 2012 la productividad por hora trabajada ha crecido diez veces más que el salario promedio por hora trabajada.

De acuerdo con los datos de la Agencia Tributaria (AEAT), el salario promedio del 0,03% de la población con rentas más altas fue de 29 veces el salario promedio nacional. En 2011 era 25 veces más alto.

Respecto a las empresas cotizadas en el Ibex 35, señala que la polarización salarial mantiene su curso, dado que mientras que en 2014 un trabajador medio de una empresa del Ibex tenía que trabajar 84 años para igualar el salario anual del primer ejecutivo de la compañía, en 2016 esta cifra se elevó hasta los 112 años. La cifra se elevaba hasta los 207 años si se compara con el salario mínimo promedio de las compañías del selectivo español.

Por último, el informe denuncia que el sistema fiscal español también contribuye a generar desigualdad. De hecho, los asalariados son quienes soportan principalmente el sistema tributario, frente a empresas y capital. En detalle, el 83% de la recaudación fiscal en 2016 provino del IVA, el IRPF y otros impuestos pagados fundamentalmente por familias, mientras que el impuesto de Sociedades aportó el 12% de la recaudación total, diez puntos menos que en 2007.

La organización sitúa así al sistema tributario español en cuarto lugar por la cola de toda la Unión Europea (por detrás de Bulgaria, Letonia y Lituania) en lo que a capacidad de redistribución se refiere. En España, los impuestos y transferencias reducen la desigualdad de mercado en un 30%, mientras que el promedio de la Unión Europea se sitúa en el 40%.

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