La huelga estaba prevista desde hoy hasta el próximo domingo, 8 de julio, con tres paros diarios de dos horas cada uno. Según UGT, la empresa ha aceptado las reclamaciones de los trabajadores "en cuanto a las modificaciones de sus condiciones de trabajo, garantizando su jornada mensual íntegra en el servicio, retirando las sanciones impuestas motivadoras del conflicto".
De esta forma, la plantilla "recupera los complementos salariales dejados de percibir en el mes de junio por tener que haber hecho trabajo en otros servicios de Renfe distintos de los Grupos Operativos de Protección".
Fuentes de UGT señalan que el principal motivo de las protestas eran las largas jornadas de trabajo que se ven obligados a realizar estos trabajadores, que exceden las 9 horas que marca la normativa y les impiden conciliar su vida familiar y profesional.
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