Las 'kellys' avisan: las inspecciones han crecido pero los hoteles aún no cumplen

  • Este colectivo destaca que los establecimientos conocen los controles y prefieren pagar la posible multa antes que acogerse a la tabla salarial.
Podemos exige disculpas a la presidenta de la FEHM por sus declaraciones sobre camareras de piso
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EUROPA PRESS

Las 'kellys' -las camareras de piso de los hoteles- no se van a cansar hasta conseguir sus objetivos. Así lo destacan sus portavoces que ven cómo, por ahora, nadie atiende sus quejas. El Plan de Calidad Laboral ha conseguido incrementar el número de inspecciones de trabajo en los hoteles, pero los resultados no han sido los esperados, por lo que este colectivo no se quedará callado hasta que consiga los cambios legislativos por los que llevan luchando varios años. 

"En los hoteles saben que la inspección está al caer", destaca una camarera de piso, "cuelgan en el corcho unos horarios que cumplen la ley, pero que no son reales. Los que valen son los del ordenador", continúa, mostrando que la realidad es que no se respetan los días de descanso que marcan las normas. 

"Los inspectores se vuelcan con nosotras", agradece Ángela Muñoz, una de las portavoces de 'Las Kellys Madrid'. En cambio, destaca que a los hoteles les sale más rentable pagar la posible multa de la inspección que cumplir las tablas salariales. "Se hacen muchas trampas", destaca. Lo mismo ocurre en Canarias, donde una de las portavoces de esta asociación, Amparo Pacheco, destaca que "de las 21 denuncias que hemos puesto, solo una ha servido para mejorar las condiciones". 

Pacheco también denuncia la forma en la que los hoteles sortean las medidas que imponen las inspecciones. "Mandan llevar a cabo evaluaciones ergonómicas y no las hacen o se hacen mal", destaca. Según una de ellas la limpieza de una villa de tres habitaciones, con cocina y dos baños se debe realizar en unos 17 minutos

Este aumento de las inspecciones es el único cambio que han percibido desde la llegada de Pedro Sánchez a La Moncloa. El cambio de gobierno no ha influido en las reivindicaciones de las camareras de piso que continúan exigiendo la modificación del artículo 42.1 del Estatuto de los Trabajadores, la ya conocida como 'Ley Kelly'

Reyes Maroto, ministra de Industria, Comercio y Turismo, anunciaba hace unas semanas un plan conjunto con el Ministerio de Trabajo contra la explotación laboral en el sector del turismo. Maroto explicó que el plan no tiene como fin la prohibición de las externalizaciones, algo que no puede llevar a cabo el Gobierno, pero que se adoptará un cambio importante al mantener las condiciones laborales independientemente de quién sea el contratante.

El problema de irse de vacaciones

¿Vacaciones en agosto? La mayoría de las 'kellys' no se lo pueden permitir. Con la temporada alta del turismo, llega también la temporada alta de trabajo para este colectivo. Ángela Muñoz, portavoz del grupo de limpiadoras de piso de Madrid, recuerda a través del teléfono que trabaja con contratos de obra y servicio: "No te puedes ir de vacaciones cuando puede que te suene el teléfono". 

Pero las camareras de piso que optan por tomarse unos días libres se encuentran en una situación aún más complicada. "Al no trabajar solo cobran la base de su salario y dejan de percibir los complementos de productividad", destaca Muñoz. Además, "la mayoría de contratos no son de 8 horas, sino de 4 o 5, por lo que la base es muy pequeña", confirma. 

Las camareras de piso continúan mostrando su interés por reunirse con los miembros del Ejecutivo el próximo mes de septiembre para mostrarles la necesidad de llevar a cabo reformas legislativas que llevan años demandando. La reunión que mantuvieron con el expresidente Mariano Rajoy sirvió para desbloquear el reconocimiento de algunas dolencias habituales en el colectivo como el túnel carpiano o el codo de tenista como enfermedades profesionales en el registro oficial -no sucedió lo mismo con las hernias discales que también sufren de forma bastante generalizada-, pero no implicó grandes avances en su principal reivindicación: el cambio de la regulación para garantizar los derechos independientemente del contratante. 

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