En febrero de 2018, Javier Tebas, presidente de LaLiga, vivía un momento dulce en su vida profesional: su competición, que tenía a los dos mejores futbolistas del planeta, seguía ofreciendo beneficios año tras año y él se consolidaba como un gran gestor a nivel internacional, permitiéndose el lujo de rechazar suculentas ofertas, como la de convertirse en el máximo 'mandatario' del fútbol italiano. Sin embargo, su idílica carrera se ha ido plagando de obstáculos: en solo cuatro años ha perdido a las dos grandes estrellas del campeonato, ha tenido que vender parte del negocio a un fondo estadounidense para obtener liquidez y se ha enfrentado públicamente con los presidentes de los dos principales equipos de la competición. Es así como comienza este viernes-con un Valencia-Getafe- LaLiga más devaluada de este siglo: sin 'estrellas', con los estadios al 40% de capacidad -debido a la Covid- y con una incertidumbre creciente sobre su futuro económico.
"Tenemos que seguir expectantes a los siguientes pasos; LaLiga, sin Messi, se devalúa mucho, es un jugador importantísimo", explica Benito Pérez, auditor y experto en economía del fútbol. "Los ingresos de este año no están comprometidos porque ya están vendidos (los contratos televisivos se negociaron para los años comprendidos entre 2019 y 2022), pero las audiencias van a bajar", indica. La liga española -conformada por los 42 equipos de Primera y Segunda División- afronta su año más difícil. Una competición, que tras la salida del astro argentino, se ha convertido en "un producto defectuoso". Así, como sostiene el analista, la competición está "deslucida" y "dañada" porque el negocio financiero no es sostenible a largo plazo, "seguirán incurriendo en costes del mercado porque los jugadores van a seguir en función de esos anclajes que se han creado (la burbuja de los salarios) y un gran porcentaje de los ingresos se van a ir por esa vía".
LaLiga en sí -como organismo- es solvente, ya que es una entidad receptora de ingresos -principalmente derechos de televisión- que luego reparte entre sus socios, los 42 clubes que la conforman. Su única función, por lo tanto, es que éstos consigan el máximo beneficio posible por el producto (éste es LaLiga o la SmartBank). En el último informe de sus cuentas -auditadas por la consultora Price Waterhouse Cooper- se detalla que "el importe neto de la cifra de sus negocios ascendió a 1.996 millones de euros euros, 57 millones más que en 2019 (el año previo a la Covid)" y añaden que este aumento se debió a "un incremento en los ingresos por la comercialización de los derechos audiovisuales de los clubes". Sin embargo, como explica Plácido Rodríguez, expresidente del Sporting y catedrático de Economía en la universidad de Oviedo, "la marcha de Messi hace que LaLiga pierda a la hora de negociar los derechos televisivos y éstos se negociarán la próxima vez de forma diferente porque ya no tendrá la fuerza de antes por falta de jugadores icónicos".
De la misma forma que las cuentas de LaLiga muestran un optimismo 'aparente', los presupuestos que han ido presentando algunos clubes que conforman el organismo, también. Así, equipos como el Real Betis que -según Statista- tenía 71,3 millones de euros en 2020, pasará este año, como ha anunciado recientemente, a los 100 millones. Otros más humildes, como la Sociedad Deportiva Amorebieta, ha aprobado un 'histórico' presupuesto de 6,4 millones. Una situación que puede parecer extraña teniendo en cuenta las devastadoras consecuencias económicas que ha dejado la Covid en el mundo del fútbol. Entre ellas, la prohibición de espectadores en los estadios. Algo que ya no supone el 80% de los beneficios "como ocurría hace treinta años", pero sí "un 20% o un 40%, dependiendo del equipo", un porcentaje considerable para sus economías.
François Godard, analista de medios y entretenimiento en Enders Analysis, asegura que la marcha del astro argentino "no ayudará" al Barça y sí al PSG, pero cree que "el impacto en la popularidad de las ligas será muy pequeño". Así, Godard dice que "marginalmente puede aumentar el interés por la Ligue 1, pero el problema número uno de ésta es la falta de competidores interesantes para el PSG". Por último, el analista francés aprecia un efecto positivo en la marcha de Messi, "esta salida puede obligar a LaLiga a analizar sus propios problemas colectivos, especialmente la debilidad de los 18 más pequeños".
La realidad que tiene LaLiga hoy es que su principal estrella es un entrenador: Cholo Simeone. Los expertos consultados coinciden en que "los operadores televisivos buscan un gancho con un jugador mediático" y ahora mismo no lo hay. Además, "el fútbol debe vivir de los ingresos que genere y por eso creo que es bueno que vengan jugadores como Haaland y Mbappe". Atraer a estos últimos sería el primer reto que tiene el fútbol español para recuperarse si no quiere seguir arrodillado a la voluntad de los inversores extranjeros.
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