Las aglomeraciones en pabellones europeos descompensan la Expo de Shanghái

  • Shanghái (China).- Las aglomeraciones en la zona de la Exposición Universal de Shanghái en la que se encuentran los grandes pabellones europeos, como el español, el alemán o el francés, hacen que los visitantes chinos descuiden el resto de pabellones de otros países europeos, latinoamericanos o africanos.

Shanghái (China).- Las aglomeraciones en la zona de la Exposición Universal de Shanghái en la que se encuentran los grandes pabellones europeos, como el español, el alemán o el francés, hacen que los visitantes chinos descuiden el resto de pabellones de otros países europeos, latinoamericanos o africanos.

A pesar de todo, la enorme afluencia de visitantes a la Expo de Shanghái, que ha llegado a superar los 500.000 diarios en varias ocasiones, hace que no quede ningún pabellón vacío, pero la saturación de la zona de los mayores pabellones europeos no tiene comparación con el resto del recinto.

Entre los visitantes de la Expo circulan ya varios chistes, como este: "si quieres romper con tu pareja, llévala a hacer cola a la Zona C", donde están los pabellones europeos, según recoge hoy el diario "Shanghai Daily".

"Si odias a alguien, dale una entrada para que haga cola en la zona C, y si le odias mucho, dale entradas familiares", es otro de los dichos de estos días.

Las bromas, en realidad, no se refieren a toda la zona C de la Expo, donde también están los pabellones latinoamericanos o los africanos, sino a los pabellones europeos de construcción propia de entre 4.000 y 6.000 metros cuadrados.

Hasta tres horas bajo un sol de justicia para entrar en el pabellón de Alemania o cuatro horas para el de Rusia esperan los pacientes visitantes, hacinados en carriles dispuestos para controlar las enormes colas y vigilados por la Policía Popular Armada.

Los que acuden al pabellón español tienen cerca de una hora de espera cada día, lo que le convierte en uno de los más fluidos de la zona junto con el del Reino Unido, comparado con sus vecinos alemanes, suizos o franceses.

A pesar de que algunos estudios previos señalaban que los visitantes chinos querían ver sobre todo el pabellón de China, el de Estados Unidos y el de Japón, en cuanto comenzó la Expo, fue sobre todo la zona europea la que quedó desbordada.

Tanto es así, que desde pabellones de otras zonas, como la latinoamericana, se ha pedido a los organizadores que busquen nuevas formas de diversificar las visitas, para que la diferencia de público no sea tan abrumadora.

Tras recibir durante las primeras semanas menos visitantes de lo esperado, la Expo despegó a mediados de mayo y ahora ya funciona a plena capacidad, con algunos de sus pabellones desbordados de visitantes.

Entre ellos destaca el de Arabia Saudí, sin duda alguna el pabellón revelación del evento, con su forma de media luna flotante y, en su interior, la pantalla de cine IMAX más grande del mundo, lo que le ha convertido en uno de los pocos no europeos que triunfan entre los visitantes chinos.

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