Las Autonomías aplicarán duros tijeretazos tras las elecciones de mayo

  • El drástico plan de ajuste anunciado por el nuevo Gobierno catalán es sólo la punta del iceberg. Todas las comunidades autónomas están preparadas para aplicar duros recortes a partir de mayo, cuando pasen las elecciones.
Ruth Ugalde/Beatriz Toribio
Ruth Ugalde/Beatriz Toribio

El que se mueva no sale en la foto, como diría Alfonso Guerra. Ahora toca estarse quietecito, esperar a las elecciones de mayo, intentar matener o ganar el Gobierno...y a partir de ahí, se dará el pistoletazo de salida para los planes de ajuste autonómicos.

Porque 2011 está llamado a convertirse en el año de los tijeretazos autonómicos, debido a que las enclenques arcas públicas se están demostrando incapaces de hacer frente a sus abultados endeudamientos.

El ejemplo más claro es Cataluña, donde CiU ha arrancado su nueva etapa en el Gobierno con un plan para recortar el 25% de los altos cargos, el 20% de los departamentos y el 40% del personal eventual. Sólo así podrá tapar, según sus cálculos, el agujero de 7.800 millones que le ha dejado en herencia el tripartito.

Este caso es sólo la punta del iceberg de lo que ocurrirá este año, una vez se celebreren los comicios de mayo y los nuevos Ejecutivos cuenten con la libertad de la que disfruta ahora Artur Mas.

Nuevo Gobierno, nuevo recorte

Como señala el director del Área de Economía de IE Business School, Rafael Pampillón, "en cuanto pasen las elecciones, se va a producir un ajuste en las comunidades. Siempre es así. Durante los dos primeros años de Gobierno, se aplican las políticas más duras y así, cuando quede uno o dos años para los nuevos comicios, se pueden tomar medidas más populistas para ganar las elecciones".

El problema es que las Comunidades Autonómas tienen poco o ningún margen para ganar ahora votos con medidas populistas y deben conformarse con retrasar el máximo tiempo posible el necesario tijeretazo.

Éste, además, tiene mayores visos de llevarse a cabo con una mayor radicalidad en aquellas regiones donde puede haber un cambio de Gobierno, como es el caso de Castilla-La Mancha, la única región, junto a Murcia, que se ha saltado los límites de déficit y, por tanto, que tiene prohibido endeudarse más hasta que reequilibre sus cuentas.

La secretaria general del PP, Dolores de Cospedal, amenaza con poner fin a más de un cuarto de siglo de Gobierno socialista. Su actual presidente, José María Barreda, aplicó el pasado mayo un plan ahorro que redujo de 10 a 7 número de consejerías, además de reducir varios organismos y cargos públicos.

Es la segunda vez que lo hace, ya que en agosto de 2008 decidió que Castilla La Mancha pasara a tener 10 consejerías en vez de 14. Sin embargo el verdadero agujero de esta región está en su disparado gasto de personal, que se come prácticamente la mitad de los ingresos.

"En aquellas comunidades donde haya cambios de Gobierno, los nuevos Ejecutivos van a estar en una posición mucho más sólida para abordar los necesarios recortes", señala el profesor del Departamento de Economía de la Universidad de Navarra, José Luís Álvarez.

En su opinión, "la clave va a estar en Sanidad, porque se come una parte muy importante del presupuesto de las comunidades, aproximadamente un tercio. Por tanto, habría que buscar alguna forma de coordinación entre las distintas comunidades para proveer un mejor servicio con menos presupuesto".

Para este ejercicio 2011, las comunidades han recortado un 4,2% su gasto sanitario medio por habitante, según la Federación de Asociaciones para la Defensa de la Sanidad Pública, lo que no evitará que éste se sitúe en 1.288 euros por cada uno de los 47 millones de españoles, lo que elevaría la factura total a 60.500 millones de euros.

Andalucía, en el disparadero

Otra de las comunidades donde puede producirse un histórico vuelco electoral, aunque éste no se celebrará en mayo, es Andalucía, donde los socialistas llevan gobernando desde 1982. Las encuestas vaticinan que el PP podría imponerse al PSOE e, incluso, algunas auguran una mayoría absoluta de los populares.

Si logra hacerse con el poder, el PP a buen seguro que adelgazará la estructura de la Junta, ya que desde sus escaños en la oposición ha criticado al Gobierno de José Antonio Griñán de “despilfarrador” y por permitir, por ejemplo, que las empresas públicas pierdan unos 1.600 millones de euros al año

En cambio, en sus feudos tradicionales, como Valencia, Murcia o Madrid, los populares no parecen correr ningún riesgo de perder el poder y, por tanto, deberán aplicar ellos mismos la misma mediciona que recomiendan al rival.

El primero en empezar a hacerlo ha sido el Ejecutivo murciano, que el pasado mes de diciembre aprobó un plan de ajuste de 300 millones que pasa por reducir los salarios y las condiciones de los empleados públicos y que, según los sindicatos, podría desembocar en el recorte de entre 2.000 y 3.000 puestos de trabajo.

A pesar de esta impopular medida, el presidente murciano, Ramón Luís Valcárcel, cuenta con la amplia mayoría que, según la encuestas logrará en los próximos comicios. Una predicción similar a la de Gerardo Camps en la Generalitat Valencia, otra de las regiones en la que todos los expertos tienen puestos sus ojos.

Esta comunidad, junto a Asturias, Castillá y León, y Galicia está al límite del nivel de déficit permitido por el Gobierno y, por tanto necesita hacer esfuerzos adicionales para evitar caer en el agujero de Murcia y Castilla-La Mancha. Y éstos comenzarán a partir de mayo.

Como señala Pampillón: "el ejemplo de Zapatero, que dedicó los primeros años de su Gobierno a disponer de gasto corriente, con programas como el Plan E, en vez de haber aplicado entonces medidas de ajuste, está castigando ahora el PSOE de cara a las elecciones. Por tanto, quien gane, sabrá que debe empezar con recortes, y cualquier reducción del casto corriente conlleva recortes de plantilla".

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