Las baterías y la red eléctrica, principales obstáculos para el coche eléctrico

  • Barcelona.- La mejora de la red de distribución eléctrica y la eficiencia de las baterías son los principales obstáculos para la generalización del vehículo eléctrico, que podría comenzar a comercializarse de forma masiva en el 2020, cuando el importe de los costes comiencen a ser competitivos en el mercado.

Las baterías y la red eléctrica, principales obstáculos para el coche eléctrico
Las baterías y la red eléctrica, principales obstáculos para el coche eléctrico

Barcelona.- La mejora de la red de distribución eléctrica y la eficiencia de las baterías son los principales obstáculos para la generalización del vehículo eléctrico, que podría comenzar a comercializarse de forma masiva en el 2020, cuando el importe de los costes comiencen a ser competitivos en el mercado.

La generalización de los vehículos eléctricos como sustitutos de los actuales de combustión interna es un fenómeno irreversible, según el responsable de Energía de la consultoría estratégica Roland Berger, Víctor M. Pérez, que hoy ha pronunciado una conferencia sobre el futuro del coche eléctrico dentro de la Semana de la Movilidad que se celebra en Barcelona.

Pérez ha asegurado que "no hay ninguna duda de que el coche eléctrico llegará más pronto que tarde" y ha estimado que, si bien existe voluntad política y de la industria eléctrica y del automóvil por desarrollarlo, todavía deben mejorarse algunas cuestiones técnicas, la regulación del sector y una estandarización de los modelos existentes.

El consultor ha explicado que la fabricación de coches eléctricos se justifica por la "expansión natural" de la industria automovilística dada la previsión de alza del precio del crudo -que se estima que alcanzará los 70 dólares/barril la próxima década- y no sólo en una decisión política de la UE en la reducción de gases contaminantes.

El consultor ha explicado que, según cifras propias, un 68% de la población está interesada en vehículos impulsados por energías alternativas y estaría dispuestos a pagar más por un vehículo eléctrico si después puede recuperar la inversión en forma de ahorro de energía.

A pesar de las dificultades, Pérez considera que la tecnología evolucionará rápidamente en la próxima década, consiguiendo baterías con autonomía para 400 kilómetros que permitirán que en 2020 una cuarta parte de las ventas de automóviles sean de vehículos eléctricos.

El consultor considera que, hasta que se alcance una estandarización de modelos, en los próximos años convivirán diferentes sistemas respaldados por alianzas entre compañías eléctricas, autoridades locales e industria automovilística como los que ahora se experimentan en Alemania con implicaciones de Daimlier y Audi.

España prevé que en 2014 circulen por las carreteras un millón de vehículos eléctricos, cifra que Pérez considera "dudosa" porque "faltan medidas de regulación claras" que impulsen el negocio, ya que "al final todo se reduce a que las cifras cuadren" y los beneficios previstos se correspondan con las inversiones a realizar.

Un factor imprescindible será la modernización de las redes de distribución eléctrica para atender la demanda, y que actualmente "tiene una antigüedad de entre 50 y 100 años en Europa y EEUU", lo que conllevará "inversiones billonarias", ha dicho el consultor.

A pesar de los inconvenientes, Pérez asegura que sin el coche eléctrico "será imposible cumplir los objetivos de reducción de CO2 fijados por la UE" y para impulsarlo ha apostado por la creación de sinergias entre eléctricas, industria automovilística y autoridades.

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