La Fundación de Cajas de Ahorros (Funcas) ha rebajado dos décimas su previsión de caída del PIB para este año, hasta el -0,7%, y cinco décimas el crecimiento de 2011, hasta el 0,8%, al tiempo que ha alertado de que la subida del IVA provocará una contracción del consumo en el tercer trimestre del año que se reflejará en la evolución económica y provocará una "ligera" recaída intertrimestral del PIB en el mismo periodo.
El director del Gabinete de Coyuntura y Estadísticas, Ángel Laborda, explica que las previsiones se han recortado "desafortunadamente" a la baja no porque la economía esté peor, sino porque el plan de austeridad supone una caída adicional del consumo público y de la inversión pública, de lo que se deduce que el motivo del recorte se encuentra en el impacto de las medidas de ajuste del gasto público destinadas a restablecer el equilibrio fiscal.
Laborda explicó que, en tasas intertrimestrales, es probable que el PIB no regrese al signo positivo en el primer trimestre del año y que lo haga en el segundo, impulsado, en parte, por el adelanto de las decisiones de compra que provocará la subida del IVA. En el tercero, en cambio, puede volver a negativo por el efecto de la subida fiscal, aunque esto, según Laborda, no debe interpretarse como una recaída en sí, sino como una distorsión que se corregirá en el cuarto trimestre.
A su parecer, "está claro" que una subida fiscal supone "cierto freno" a la actividad, pero existe un "mal mayor", que es el actual nivel de déficit público (11,4% del PIB) que hay que controlar "sí o sí" y que obliga a pagar "ese coste" y renunciar a otros aspectos. En esta misma línea se manifiesta el director general de Funcas, Victorio Valle, quien dice que sólo a través del recorte del gasto público será "imposible" reducir el déficit, por lo que consideró necesario tomar medidas de este tipo para reconducir las cuentas.
De cara al futuro, aventuró crecimientos "moderados" de aquí al año 2012, lo que hará "muy difícil" reducir el paro y el déficit. "Quedan tres o cuatro años de travesía en el desierto", aventura Laborda, quien explica que, en esos años, habrá que absorber los excesos y desequilibrios de épocas anteriores.
Abaratar el despido
Además, en el último número de los Cuadernos de Información Económica de la Fundación de las Cajas de Ahorros (FUNCAS), los economistas Valeriano Gómez, ex- secretario general de Empleo, y José Ignacio Pérez Infante abogan por abaratar el empleo indefinido no sólo con una indemnización menor, sino también con un menor coste de las cotizaciones empresariales por desempleo de esta modalidad de contrato.
Gómez y Pérez Infante proponen que en la reforma laboral que negocien Gobierno, patronal y sindicatos se generalice el contrato indefinido con una indemnización por despido de 33 días al año, del que aún están excluidos algunos colectivos. También abogan por convertir en indefinidos todos los contratos temporales posteriores al 31 de diciembre de 2007.
Consideran asimismo que se debe clarificar la diferencia entre contratos eventuales y contratos por obra y servicio determinado, y "reservar realmente" los primeros al aumento de la actividad de la empresa y los segundos a actividades no ordinarias de ésta. Desde esta perspectiva, creen que se podría cambiar la definición del contrato de obra o servicio determinado al tiempo que se desvincula este tipo de contratación de la mercantil de obras o servicios.
También consideran que se podrían unificar el contrato de obra o servicio y el eventual por circunstancias de producción con una duración máxima del nuevo contrato de veinticuatro o treinta meses, y mantener un límite similar al encadenamiento de contratos temporales.
Gómez y López Infante creen por otra parte que hay que flexibilizar la negociación colectiva, sobre todo en aspectos como las cláusulas de descuelgue -por las que no se aplica la subida salarial pactada si las circunstancias económicas de la empresa no lo permiten- y una estrategia salarial "construida de acuerdo con las ganancias de productividad a lo largo del ciclo económico.
En cualquier caso celebran el Acuerdo de Negociación Colectiva alcanzado entre patronal y sindicatos, que en este momento de crisis es "una de las mejores señales que podrían emitirse" para generar confianza.
En el ámbito de las políticas activas de empleo, proponen que se impulse la formación profesional tanto de los ocupados como de los desempleados. También animan a rediseñar los incentivos económicos a la contratación, de forma que no ayuden a colocar todo el colectivo de desempleados sino a los que mayores dificultades de inserción tienen, como los jóvenes menos cualificados, los parados de larga duración o los discapacitados.
Además apoyan por fortalecer la intermediación de la colocación, que sigue estando, lamentan, entre las más débiles de Europa "desde cualquiera de las perspectivas en que se analice".
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