Las cajas suspenden su primer examen bursátil

  • En los últimos tres días, CaixaBank ha saltado al parqué con una caída del 1,1%; mientras que Bankia y Banca Cívica han anunciado su estreno en bolsa con descuentos del 70% frente a su valor en libros. Todo un palo para el sector, sobre todo para las cajas que van a ser nacionalizadas, ya que a tenor de estas bajas valoraciones, el Estado debería hacerse con la mayoría de su capital.
Fainé prevé que la salida de CaixaBank, Bankia y Banca Cívica supongan "un cambio de rumbo"
Fainé prevé que la salida de CaixaBank, Bankia y Banca Cívica supongan "un cambio de rumbo"
R.Ugalde

Las cajas de ahorros acaban de cerrar una semana de vértigo y, lo peor, es que lo han hecho sin éxito. Al menos, en el terreno bursátil, donde estas entidades financieras han suspendido su primer examen.

Mientras Bankia y Banca Cívica se han visto obligadas a aplicar descuentos de hasta el 70% sobre su valor en libros; Caixa Bank se ha estrenado con un fuerte castigo en bolsa. Dos hechos que, ahora, obligan al Estado a comprar a precio de saldo a las entidades que terminen siendo nacionalizadas.

Sobre todo, porque si el mercado está exigiendo semejantes descuentos a las cajas más atractivas, el Gobierno tiene muy difícil justificar que no aplique recortes todavía mayores en las entidades más enfermas.

En el caso de Bankia y Cívica, estos descuentos se calculan como la diferencia entre el precio actual de sus acciones, en función de los fondos propios, y el importe que sendas entidades han fijado para salir a bolsa.

La fusión de Caja Madrid, Bancaja y otras cinco entidades ha marcado entre 4,41 y 5,05 euros el precio de cada título, es decir, entre un 69,8% y un 65,4% menos de los 14,6 euros que le corresponde a cada acción por su valor en libros.

No obstante, como el estreno se llevará a cabo mediante una ampliación de capital, el descuento final será inferior, entre el 49% y el 54%. En cualquier caso, este recorte es muy superior al 30% que, inicialmente, confiaba obtener Bankia.

Pero la tormenta helena y la creciente desconfianza hacia el mercado español -como también quedó demostrado con Atento- han obligado a reducir mucho los objetivos.

Algo similar le ha ocurrido a Cívica. La entidad formada por Caja Navarra, Cajasol, Canarias y Burgos tiene un valor en libros de 2.778 millones, que confieren un impote de 10,13 euros por títulos.

Sin embargo, para convencer a los inversores de que inviertan en ella, la entidad ha tenido que rebajar este precio a una horquilla de entre 2,7 y 3,8 euros por título, lo que supone un descuento del 73,4%-62,5%.

Pero, como ocurre con Bankia, estos cálculos están hechos sin tener en cuenta la ampliación de capital que llevará a cabo el banco para estrenarse en bolsa y que permitirá que la foto fija final se quede en un recorte de entre el 47,5 y el 60%.


Ni siquiera La Caixa ha conseguido convencer al mercado. La entidad presidida por Isidro Fainé había fijado su estreno en bolsa con un descuento del 20%, o lo que es lo mismo, concediéndose una valoración de 0,8 veces el valor en libros.

Sin embargo, los inversores le obligaron a rebajarse la nota el pasado viernes, día de su estreno.

Aunque la jornada comenzó con fuertes alzas, cercanas al 2% y que le permitieron tocar los 18.300 millones de capitalización, al final cerró con una caída del 1,1% y un valor de apenas 16.000 millones.

Nacionalizaciones a precio de saldo

Estos malos resultados ponen en jaque ahora a las entidades que, casi con toda probabilidad, serán nacionalizadas por el Estado. Se trata de Novacaixagalicia, Catalunya Caixa, Unnim y CAM.

Las bajas valoraciones impuestas por el mercado fuerzan al Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) a aplicar descuentos todavía superiores.

Primero, porque su entrada significará que estas cajas han sido incapaces de conseguir ese mismo dinero entre inversores privados, es decir, valen tan poco que han sido incapaces de convencer al mercado para que apueste por ellas. Y, segundo, porque lo hará con dinero público.

Si esta regla se cumple, el fuerte descuento que debería aplicar el FROB -a tenor del ejemplo de Bankia y Cívica debería estar, al menos, en el 80%- conllevará que el Estado se haga con la mayoría de estas entidades.

Quizás consciente de este riesgo, el consejo de administración de CAM ha lanzado un órdago al sistema al pedir 1.000 millones de dinero público vía crédito, aunque esta fórmula ya haya caducado y, en principio, la única forma que le queda ya a estas entidades para conseguir inyecciones del Estado es abriéndoles la puerta de su capital.

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