Las fusiones in extremis salvan el Fondo de Rescate Bancario

  • En sólo una semana se ha logrado más que en un año. El acelerón que ha supuesto la intervención de CajaSur al proceso de unión de las cajas de ahorros deja el panorama despejado para el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (Frob), que tantos nubarrones tenía por delante.
Ruth Ugalde

Durante los últimos meses se ha venido especulando con la posibilidad de que España pida una prórroga de seis meses para el Frob (Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria). Una opción que para muchos expertos sería denegada por las autoridades europeas en un entorno de falta de credibilidad hacia el euro como el actual.

Esta presión y el golpe recibido con la negativa de CajaSur a su fusión con Unicaja, han hecho que el presidente del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez (MAFO), se ponga manos a la obra para disipar las dudas sobre la reestructuración de las cajas.

Lo ha hecho con el anuncio de tres operaciones de gran calado. La primera, la unión fría de Caja Cantabria, CAM, Caja Extremadura y Cajastur, que ha dado por finalizados los innumerables rumores que hubo en torno a la entidad alicantina y dará lugar a la tercera mayor caja de España.

La segunda, el Sistema Integral de Protección (SIP) de Caja Madrid, Laietana, Insular de Canarias, Segovia, La Rioja y Ávila, que se realizó con la amenaza de una intervención sobre las cajas castellano-leonesas.

Y la tercera, la absorción de Caixa Girona por parte de La Caixa, después de que la primera rechazase unirse a Caixa Sabadell, Terrassa y Manlleu.

A falta de que los consejos de administración y las Asambleas de cada una de estas entidades aprueben estas fusiones, todo apunta a que ya se ha recorrido gran parte del camino y que las previsiones de que tan sólo quedarían 15 cajas en España se harán realidad, frente a las 45 que había antes de la crisis. Credencial suficiente para acudir a Europa y pedir la necesaria prórroga del Frob.

Por el momento, el mapa del sector ya ha quedado reducido a prácticamente una veintena de cajas, sólo pendiente de confirmarse las operaciones de la última semana, la viabilidad del matrimonio entre Caixa Galicia y Caixanova, y la fusión virtual que negocian Sa Nostra, Caja Granada, Penedés, Badajoz y Murcia.

Tras estas operaciones, queda por ver qué pasará con CajaSur (si se buscará una fusión como se hizo con CCM o se traspasará despiezada) y lo que ocurre con las nueve cajas que todavía no han sellado ninguna alianza -Bancaja, Ibercaja, BBK, Kutxa, CAI, Vital, Caja Círculo, Onteniente y Pollensa-.

La hora de los independientes

Por el momento, Bancaja, Ibercaja y BBK salen como ganadoras en este primer final de proceso, al figurar entre las mayor entidades del país y contar con menos presión para estudiar operaciones, que ahora podrán analizar desde un punto de vista exclusivamente de negocio y sin las presiones de la caducidad del Frob.

Las entidades de menos envergadura, como Onteniente y Pollensa, cuentan con la tranquilidad de estar más saneadas que las que ya se han fusionado in extremis o las que incluso han tenido que ser intervenidas. Aunque todo apunta a que, tarde o temprano, terminarán siendo absorbidas por otra entidad.

Kutxa, Vital, Badajoz, Círculo y CAI pueden presumir de una saneada situación, en comparación con la media del sector, al contar con unos fondos propios sobre activos superiores al 7% (en el caso de las entidades vascas ronda el 10%) y, por tanto, están en situación de poder superar la criba impuesta por el Banco de España.

Al menos, en esta primera fase, que terminará el próximo 30 de junio, fecha inicialmente prevista para la caducidad del Frob. Aunque debido a la forma agonizante y en el último momento en que se han hecho la mayoría de los matrimonios, todo apunta a que España pedirá una prórroga, para poder inyectar el dinero que requiera cada fusión.

Pero, gracias a este sprint final, podrá solicitarla con gran parte de los deberes hechos... y bajo la amenaza de que quien no se mueva, no sale en la foto, porque será intervenido. Y esto se hará antes del 30 de junio, porque el Banco de España está resolviendo estos procesos con el dinero del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria, y para él también existe la fecha de caducidad.

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