Acabar con el fraude. Este es el reto de las aseguradoras después de percatarse de que son cada vez más los asegurados que reclaman sin tener derecho a ello. Para paliar estas pérdidas están invirtiendo en tecnología que les permita comprender mejor los activos asegurados y así tomar decisiones sobre riesgos y pólizas. Una de estas medidas pasa por tomar imágenes vía satélite o a través de drones.
El 2017 fue el año más costoso de la historia para las aseguradoras con reclamaciones que rondaron los 114.682 millones de euros. Esta cantidad está muy por encima (el doble) de los 54.769 millones de euros de 2016 y de la media de 48.873 millones de euros de los últimos diez años. “Los desastres naturales que ocurrieron en EEUU en la segunda mitad del año han sido la principal causa de la elevada cifra de pérdidas aseguradas en el año, como los incendios en California y los huracanes Harvey, Irma y María. Según los datos de Fitch, el impacto de las pérdidas por incendios forestales se suma a las pérdidas considerables de catástrofes del tercer trimestre de 2017”, destacan desde la compañía aeroespacial y de análisis de datos Planet.
Según los cálculos realizados por Swiss Re, el impacto en EEUU de los huracanes Harvey, Irma y María entre agosto y septiembre causó pérdidas por un importe conjunto de 78.187 millones de euros. Ante estas cifras, la empresas han puesto el foco en detectar los posibles casos fraudulentos que se les hayan podido escapar.
Solo en España, se detectaron 180.700 casos fraudulentos en 2016. La cifra supone un aumento del 15,8% respecto a los casos destapados solo dos años antes, de acuerdo a los datos facilitados por la Investigación Cooperativa entre Entidades Aseguradoras y Fondos de Pensiones (ICEA). Los importes reclamados a las 41 compañías participantes ascendieron a 585 millones de euros, de los que finalmente resultaron procedentes 156 millones, un 26,7% de lo inicialmente reclamado.
En este contexto, por cada euro que las entidades invirtieron en investigación de presuntos fraudes al seguro, se consiguió un ahorro de 34,7 euros en reclamaciones presuntamente fraudulentas. Los resultados demuestran la necesidad de que los departamentos de 'insurtech' exploren la implementación de nuevas tecnologías y datos alternativos para revolucionar el sector de los seguros.
¿Por qué el uso de satélites?
Los datos satélites proporcionan una visión oportuna de las catástrofes, las propiedades y los accidentes, permitiendo así a las compañías de seguros optimizar sus operaciones. Estas fotografías ayudan a la localización de objetos así como la detección de cambios, los datos ofrecen una visión oportuna de las catástrofes, las propiedades o los accidentes, ofreciendo la capacidad de detectar fraudes, evaluar riesgos y ajustar nuevas pólizas.
Desde Planet relatan un caso de fraude en el que las imágenes vía satélite fueron claves para detectarlo. “Una compañía de seguros de Texas (EEUU) sospechaba que estaba renovando las pólizas de seguros de los propietarios que no habían reportado que habían instalado piscinas. Eso supone una pérdida del 40% en cada póliza para la compañía. Por tanto, la aseguradora le había pedido a Planet que proporcionara imágenes de un vecindario de casi 1.500 propiedades en Plano, Texas. Los datos y las analíticas de Planet permitieron identificar 530 piscinas en los patios de las viviendas residenciales”.
Con los datos obtenidos en tiempo real y las herramientas de análisis, los aseguradores pueden examinar los datos de las pólizas recientes y evaluar los riesgos desde un gran archivo con el historial de imágenes. De esta forma, tienen una visión más completa para establecer precios premium y negociar los seguros. Por ejemplo, en el caso de los puertos, la monitorización de los lotes de carga y de las áreas circundantes permite a los consultores de seguros validar los recuentos de inventario, evaluar el valor y comprender los riesgos ambientales.
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