Las mujeres heredan los grandes imperios españoles

  • Marta Ortega, Ana Patricia Botín, las hermanas Alcocer Koplowitz, Judith Andic o Felipa Jove son algo más que herederas de grandes fortunas. También están dispuestas a tomar las riendas de los emporios dirigidos por sus padres.
Ruth Ugalde
Ruth Ugalde

Una nueva generación de mujeres empresarias va, poco a poco, abriéndose paso entre las encorbatadas cúpulas de las mayores compañías españolas.

Por su sangre y apellido, tienen derecho a heredar algunas de las corporaciones más importantes de España; por su ambición e inteligencia, están dispuestas a dirigirlas, robando, en algunos casos, el puesto que tradicionalmente se habría reservado a sus hermanos.

Se trata de Ana Patricia Botín, Marta Ortega, Alicia y Esther Alcocer Koplowitz; Judith Andic y Felipa Jove. Ellas son la cara más visible del lento, pero progresivo, ascenso de las mujeres al poder económico empresarial.

La primera, hija de Emilio Botín, lleva mucho años encabezando los ránkings de las directivas más influyentes del mundo. Formada en el mundo de las finanzas con la vista siempre puesta en suceder a su padre, el primer gran salto lo dio en 2002, cuando asumió la presidencia de Banesto.

Hace apenas dos meses, dejó este puesto para tomar las riendas de Santander en Reino Unido, un puesto que muchos han interpretado como el trampolín perfecto para relevar a su padre al frente de Grupo Santander.

Más reciente es el paso dado en la cúpula de Inditex, con la decisión de Amancio Ortega de ceder al consejero delegado, Pablo Isla, el primer puesto del gigante de la moda.

Este movimiento se enmarca dentro del relevo generacional que está llevando a cabo el empresario gallego, primera fortuna de España y novena del mundo, cuyo objetivo último es ceder los mandos a su hija menor, Marta.

Pero, antes de llegar a la cumbre, deberá empezar desde abajo, para así conocer todos los departamentos de la empresa. De hecho, hace tres años, estuvo trabajando como dependendienta de una tienda del grupo en Londres.

Alicia y Esther Alcocer Koplowitz, en cambio, hace muchos años que están sentadas en el consejo de FCC, la constructora controlada por su madre, Esther Koplowitz.

Como ella, prefieren mover los hilos desde sus sillones del máximo órgano de administración y de sus diferentes comisiones, aunque en contacto directo con los ejecutivos del grupo, que siempre dicen: "la familia manda, y mucho".

Por parte de su parte, Alberto Alcocer, también heredarán el 6% de ACS y el 10% de Ence; herencia que, como ocurre con 54% de FCC, compatirán con su hermana menor, Carmen Alcocer Koplowitz.

Quien está teniendo ya un papel más ejecutivo en la empresa es Judith Andic, hija del dueño de Mago, Isak Andic. Tras estudiar diseño y formarse durante tres años en París, se incorporó al negocio familiar, donde actualmente dirige el área de diseño de zapatos de la empresa.

Con esta apuesta por Mango, Judith sigue los pasos de su hermano mayor, Jonathan, quien también lleva años ocupando puestos de responsabilidad en la compañía y actualmente lleva las riendas de la línea masculina.

Felipa Jove también comparte con su hermano diferentes puestos de responsabilidad en Inveravante, el holding de inversión que fundó su padre, Manuel Jove, hace tres años, tras vender Fadesa a Fernando Martín por más de 4.000 millones.

Presente en energía, inmobiliario, bodegas y hoteles, el hólding tiene repartidas las áreas de responsabilidad entre Felipa y Manuel Ángel, los dos hijos del empresario gallego, que hace unos años vivió el golpe más duro de su vida con el fallecimiento de su hija María José, que estaba llamada a ser la sucesora de Manuel Jove.

Desde el trágico fallecimiento de su hermana, Felipa se ha involucrado activamente en la empresa familiar y, además, es presidenta de la Fundación María José Jove, destinada a la ayuda de la infancia y de las personas con discapacidad.

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