No hay mal que por bien no venga, dice el sabio refranero español, y algo parecido deben estar pensando todas aquellas petroleras cuyos intereses empresariales estén fuera de Francia, como las españolas Repsol YPF y Cepsa (aunque esta última tenga como accionista de referencia a Total).
Los piquetes galos han bloqueado once de las doce refinerías que tiene el país vecino, en protesta por la reforma del sistema de pensiones, sitiando así tanto el suministro como el abastecimiento de carburante.
Este cerco ha hecho que los márgenes del resto de refinerías hayan ido incrementándose poco a poco, hasta el punto de que en algunos casos la mejora haya sido del 60%, e incluso del 80%, según señalan fuentes del sector.
El motivo de esta subida de los márgenes es que, al estar prácticamente inoperativas las refinerías francesas, hay un jugador menos en el mercado y, por tanto, el resto se beneficia de la menor competencia. Es la eterna máxima de la relación entre oferta y demanda: si la primera cae, la segunda sube.
Mejora de resultados
Los analistas ya han empezado a rehacer sus números, conscientes de que estas mejoras de los márgenes de refino se van a traducir en una inyección de gasolina para algunas petroleras en los resultados de octubre y, por ende, del cuarto trimestre.
En concreto, advierten que las petroleras más beneficiadas serán aquellas con una importante actividad de refino en Europa y sin redes de distribución en el país vecino, ya que se verán beneficiadas por la mejora de los márgenes y, en cambio, no se verán golpeadas por los problemas internos de Francia.
"El incremento que se está percibiendo en los márgenes de refino es puntual, pero significativo, y se va a notar bastante en los resultados del tercer trimestre, sobre todo, si el bloqueo dura muchos más días", señala Guillermo Escribano, analista de Metagestión.
Por el momento, los sindicatos han vuelto a convocar otras dos jornadas de huelga, el 28 de octubre y el 6 de noviembre, que amenazan con complicar todavía más la situación.
Víctimas y victoriosos
Después de varias jornadas de bloqueo, que ya se suman por semanas, empiezan a caer las primeras víctimas, como una refinería de Dunkerque, ubicada al norte del país, que no produce desde septiembre de 2009 y podría tener que cerrar definitivamente.
Otro ejemplo es el grupo suizo Petroplus, que el pasado jueves anunció su decisión de cerrar la refinería de Reichstett, en el noreste de Francia; mientras que la sureña de Fos-sur-Mer apenas tiene reservas para este fin de semana, según la la Confederación Francesa Democrática del Trabajo (CFDT).
Los analistas de Barclays sostienen que Petroplus, con tres de sus seis refinerías afectadas por la huelga, y Total, con cuatro de cinco, serán los grandes damnificados de estas protestas.
La otra cara la moneda corresponde a Saras, ORL, Hellenic Petroleum, Motor Oil y Neste Oil, como nombre propios, y a todas las refinerías europeas, en general, a las que pronostica un futuro prometedor.
Esta opinión es compartida por Guillermo Escribano, quien señala que "la mejora de los márgenes procedente de la huelga colaborará a estabilizarlos, tras el mal comportamiento que han tenido en los últimos años, lo que redundará en una mejora de los beneficios".
Por el momento, según datos de Barclays, los márgenes de refinos han alcanzado máximos de cuatro meses, de 2,6 dólares por barril, gracias a las huelgas francesas. Y seguirá mejorando si los disturbios galos continuan.
A partir de este punto, Nicolás Sarkozy y los sindicatos franceses tienen la palabra.
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