Las turbulencias económicas no han terminado, dice economista ecuatoriano

  • Las turbulencias financieras internacionales aún no han terminado y América Latina debe tomar precauciones para evitar caer en una nueva crisis que afecte su estabilidad económica y social, advirtió hoy en la capital chilena el economista ecuatoriano Pedro Páez.

Santiago de Chile, 7 jul.- Las turbulencias financieras internacionales aún no han terminado y América Latina debe tomar precauciones para evitar caer en una nueva crisis que afecte su estabilidad económica y social, advirtió hoy en la capital chilena el economista ecuatoriano Pedro Páez.

En una conferencia magistral celebrada en la sede de la CEPAL en Santiago, Páez hizo un completo análisis de la actual situación económico-financiera mundial y explicó que en el presente se está viviendo una verdadera "crisis estructural" que se ha instalado como una nueva normalidad al interior del sistema capitalista.

En opinión del economista, actual presidente de la Comisión Técnica Ecuatoriana para la creación de la Nueva Arquitectura Financiera Regional - Banco del Sur, hay un problema de insolvencia estructural en la región. "Existe hoy un volumen de deuda que supera en diez veces el nivel del PIB mundial", apostilló.

"Hay una desproporción entre la economía real y la deuda, lo que está provocando fuertes desbalances globales", argumentó Páez en parte de su análisis "La nueva arquitectura financiera regional. La Crisis Estructural y el futuro de América Latina".

Sostuvo que frente a esta situación existe la necesidad de volver a buscar en medio de la globalización respuestas diferenciadas a nivel local o regional, especialmente en América Latina, que respondan efectivamente a las necesidades propias de la región.

En esa línea, Paez explicó que la propuesta de una Nueva Arquitectura Financiera Regional (NAFR) puede ayudar a conseguir este objetivo.

Explicó que la NAFR está basada en tres pilares: una banca de desarrollo nueva, representada por el Banco del Sur; un sistema de compensación de pagos y una red de seguridad financiera conformada por la interconexión de los bancos centrales.

Asimismo, agregó que un fondo de desarrollo (Fondo del Sur) y la utilización de una moneda fiduciaria regional (como el sucre, ya implementado en Ecuador, Bolivia, Venezuela y Cuba), podrían ser instrumentos que impulsen esta nueva arquitectura.

"Necesitamos generar un debate profundo y responsable sobre el papel de la banca del desarrollo a nivel nacional, regional e internacional. La NAFR permitiría contar con un horizonte amplio de largo plazo, que otorgue a nuestros países nuevas perspectivas de integración", subrayó ante una audiencia de académicos, expertos internacionales y diplomáticos.

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