Las ventajas de invertir en agricultura

El sector agrícola está atravesando momentos difíciles. Tanto la oferta como las perspectivas de demanda se encuentran casi bajo mínimos. La demanda de productos agrícolas se está viendo afectada por el crecimiento de la demanda de otros productos, los llamados 'de calidad'. Mientras, en el lado de la oferta las cosas no pintan mucho mejor: la falta generalizada de una infraestructura sólida, consecuencia de unas inversiones insuficientes durante años, deja a la agricultura en una posición muy inferior a la de otros campos como, por ejemplo, el de la energía.

Sin embargo, los gigantes norteamericanos Bank of America (BoA) y Merrill Lynchapuestan por la inversión en el sector agrícola. Y no sólo eso. Además, descifran algunas claves y sacan a la luz más de una fórmula rentable.

Las inversiones pasivas, en este sector, presentan ciertas ventajas frente a las activas por varios motivos: uno de ellos es que los fondos activos requieren a menudo largos periodos de tiempo para llegar a la rentabilidad. Además, está el factor liquidez. Las inversiones pasivas tienden a una mayor liquidez que los fondos de activos.

Para los expertos de BoA y Merrill, los fines inversores en el sector agrícola pueden ir enfocados en varios sentidos: la diversificación de la cartera, la protección de la inflación, la reducción de la volatilidad o, simplemente, una inversión a largo plazo dentro de ese sector.

Sin embargo, ¿qué es lo que ha llamado la atención de los inversores? Los precios de las materias primas agrícolas han aumentado a un ritmo acelerado en los últimos años, sobre todo desde 2002. Y este incremento en el precio de los productos agrícolas es uno de los factores que ha despertado el apetito de los inversores.

Las inversiones agrícolas, una mezcla de táctica y estrategia

Según el informe, la agricultura es una buena inversión táctica. ¿El motivo? El equilibrio entre la oferta y la demanda de los productos agrícolas se puede producir en los próximos cinco años. Además, también presenta fuertes ventajas estratégicas como, por ejemplo, cubrir los riesgos de inflación.

Los productos agrícolas están muy vinculados a la vida cotidiana y, al ser considerados -algunos de ellos- artículos de primera necesidad, los consumidores destinarán en ellos parte de sus recursos adquisitivos. De ahí que exista una relación directa y estrecha entre la agricultura y la inflación.

Además, otro de los puntos fuertes de las inversiones agrícolas se centra en su capacidad para proteger a los inversores ante un debilitamiento de la moneda de intercambio internacional, el dólar, frente a las monedas de los mercados emergentes que, poco a poco, van quitando poder a la divisa norteamericana.

Perspectivas de futuro del sector agrícola

En los próximos años, el crecimiento económico y demográfico de las potencias emergentes probablemente derivará en un incremento de la demanda de los productos agrícolas. Sin embargo, hasta que no llegue ese momento, la producción insuficiente y la falta de disponibilidad de créditos impiden que exista una respuesta equitativa a la oferta. De ahí que el informe asegure que los productos agrícolas tan sólo están en la etapa inicial de un periodo a largo plazo.