Todo el poder para el ya de por sí 'todopoderoso' consejero de Hacienda. Así se puede definir el último movimiento del gobierno de la Comunidad de Madrid en torno a la figura de Javier Fernández-Lasquetty, después de que se le haya designado 'guardián' de los fondos europeos que le correspondan al territorio que preside Isabel Díaz Ayuso. De esta manera, Lasquetty tendrá las competencias de gestión y supervisión de los proyectos que desarrollen las consejerías del Ejecutivo que comparten PP y Ciudadanos. Pero antes, su misión será la de conseguir que el Gobierno central transfiera de ese Fondo de Reconstrucción más de 22.000 millones, cantidad que Sol solicitará a Moncloa para poder acometer las reformas necesarias que permitan reactivar su economía por la crisis del coronavirus, y por la que tendrá que negociar con el Comité Técnico encargado de diseñar el reparto.
Con este nuevo mandato, Lasquetty deberá diseñar la estrategia para convencer a Moncloa de que la Comunidad de Madrid necesita esos 22.371 millones que ha estimado en el plan 'Reactivamos Madrid'. Para ello, pondrá sobre la mesa hasta 28 reformas y 214 inversiones que ya han sido diseñadas, según el documento de la estrategia al que ha tenido acceso La Información. Hay que tener en cuenta que la cantidad que reclamará es un porcentaje importante del total que maneja el Ejecutivo central. En el reparto diseñado por los 27 líderes europeos, a España le correspondieron hasta 69.526 millones del Mecanismo de Recuperación y Resiliencia comunitario, por lo que Madrid solicita cerca de un 30% del total. El Gobierno regional justifica su elevada petición en que es la sexta economía entre los territorios de los 27. También alega que representa el 19% del PIB español y que concentra el 74% de la inversión extranjera.
Esto supone que Lasquetty tendrá que llevar la voz cantante en una negociación con la administración central, considerada como hostil por la Comunidad de Madrid por las críticas lanzadas por Pedro Sánchez y otros ministros contra sus políticas y su acción de Gobierno. Una labor muy delicada, ya que el mismo Lasquetty ha protagonizado varios de esos enfrentamientos, sobre todo, con su homóloga en el Consejo de Ministros, la ministra de Hacienda, María Jesús Montero. De hecho, ya hubo problemas entre ambos cuando se acordó el reparto del fondo React-UE para solucionar los problemas generados por la pandemia en la Sanidad y la Educación; todo porque Cataluña recibió más inversión que Madrid, algo que tanto él como Ayuso consideraron discriminatorio.
Este rol del responsable de Hacienda se concretará a través del liderazgo que ejercerá en la delegación madrileña que participará en la Conferencia Sectorial del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia. Este será el órgano que coordinará la relación entre la administración central y las autonómicas para gestionar esos 69.528 millones que recibirá España del Mecanismo de Recuperación y Resiliencia europeo, y que está presidido, precisamente, por Montero.
Su misión también le permitirá tener más ascendencia sobre el resto de consejerías del Gobierno de Ayuso. Lo hará supervisando las iniciativas de los departamentos para invertir ese dinero europeo o definiendo tanto la metodología como la estrategia a seguir para utilizar esas ayudas de Bruselas. Todo esto, permitirá a Lasquetty continuar con ese 'poder total' sobre todo lo que tenga que ver con el dinero del resto de carteras del Ejecutivo. Fuentes de las áreas controladas por Ciudadanos le definen como "el guardián de la caja", por lo que admiten que si algún proyecto o propuesta de reforma no cuenta con su aprobación, no saldrá adelante.
Lasquetty también podrá tutelar la acción de las consejerías que acudan a los foros sectoriales que convoquen los ministerios del Gobierno central. De ahí saldrá una importante cantidad de los fondos transferidos por la Comisión Europea, que se destinarán a políticas especializadas vinculadas a la cartera que las convoque. Por ejemplo, se podrán plantear reformas sobre energías renovables ante la sectorial de la Vicepresidencia de Transición Ecológica que dirige Teresa Ribera. En este campo, el consejero de Hacienda será el que vigile que las propuestas que salgan desde Madrid se ajusten a los criterios que marcan tanto Moncloa como Bruselas. También será el que dé el visto bueno a los proyectos tractores que puedan ayudar a la economía madrileña a mejorar su situación.
Siete áreas estratégicas
El plan que el gobierno madrileño presentará ante esa comisión de funcionarios de élite que gestiona los fondos europeos -que ha sido diseñado por la Consejería de Economía que dirige Manuel Giménez- se divide en siete áreas estratégicas: economía productiva, reforma del sistema sanitario, mejora del empleo de calidad, cambios en la administración para digitalizarla, sostenibilidad, movilidad sostenible y refuerzo de la educación. Destacan iniciativas como una nueva ley de Mercado Abierto, que permitirá operar en Madrid a autónomos o pymes con licencia de actividad en otras autonomías. También se contemplan la inversión para reformar de manera integral los grandes hospitales de la región o el impulso a la digitalización de la administración de justicia.
Además, proponen avanzar hacia la descarbonización, donde será clave una nueva norma de Movilidad Sostenible, y rehabilitar los edificios para que sean más eficientes energéticamente. A ello se suma una ampliación del Metro de Madrid, la edificación de más intercambiadores de transporte o la adquisición de nuevos recursos para este campo, como trenes o autobuses. Unas inversiones que son las mayoritarias dentro del planteamiento de Lasquetty y Ayuso, al suponer la transición ecológica el 31,7% del total de los cerca de 22.000 millones que solicitarán.
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