Para tener satisfacción en el mundo laboral es clave trabajar en algo que nos guste. Alcanzar la felicidad en el trabajo será así más fácil y también mantenerla hasta el día de la jubilación. Cuando se acercan los 65 años, la mayoría de los trabajadores cuenta los días para retirarse y vivir con las pensiones. Sin embargo, hay casos de empleados que no quieren dejar su trabajo pase lo que pase. Por ejemplo, el de Peter Buckman, un americano que sigue en su empleo con 78 años y se niega a jubilarse.
Buckman lleva casado 50 años con su mujer, tiene dos hijos y ha superado dos cánceres. Su profesión es la de editor y escritor y a lo largo de su carrera ha sido feliz y ha tenido éxito. Ahora, cerca de los 80, comparte en ‘CNBC’ las lecciones más importantes sobre la felicidad en el trabajo:
“Ser amable contigo mismo no es ser perjudicial, sino que pone en valor tus habilidades”, explica Buckman haciendo referencia a la excesiva autocrítica que se suele realizar. Sabemos nuestras limitaciones mejor que nadie, por ello cuando algo no sale como estaba previsto, “es recomendable recordarnos que nuestras intenciones eran honorables”.
El dinero nos permite disfrutar nuestras vidas si tenemos suficiente, pero no contribuirá significativamente a la felicidad. ¿De dónde viene la felicidad entonces? De cuidarse a sí mismo, las buenas cosas que hemos experimentado y de entablar relaciones con gente que tiene un impacto positivo en nuestras vidas.
Los errores son un símbolo de vitalidad, capacidad de creación e inteligencia. “Nunca descubrirás algo nuevo si tienes miedo de hacerlo mal”, indica. Es mejor experimentar que ser prudente y terminar siendo cobarde.
“Soy un trabajador autónomo, todavía trabajo a mis 78 años y no planeo jubilarme en el futuro próximo. En un mundo en el que muchos sueñan con la jubilación anticipada, esto puede sonar como un shock”, afirma Buckman.
Para él. la “jubilación” es un término sin sentido ya que el hecho de dejar de trabajar no implica dejar de hacer otras actividades o que ya no se tenga nada que dar o algo para contribuir al mundo. “Dejar de lado tu vida laboral porque se ha alcanzado una determinada edad es ridículo. Si tienes vitalidad y te gusta tu trabajo, deberías continuar”, añade.
La ambición es algo que se debe cultivar aunque se haya abandonado el mundo laboral a tiempo completo. “Sin ningún objetivo, corres el riesgo de aburrirte y el aburrimiento te puede destruir”, afirma.
Los cambios son difíciles e incómodos pero eso no significa que los debas evitar. Pueden venir provocados por todo tupo de circunstancias: un accidente, pérdida de empleo o una enfermedad, por ejemplo.
“Si tu pareja se rompe de repente una pierna y tienes que dejar de lado las actividades habituales para cuidar de ella, demuéstrale como es una persona adaptable, tolerante y responsable”, concluye.
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