Lettering: la "invasión" de la letra dibujada

  • Letras cálidas, letras casuales, letras hechas a mano o incluso mal hechas. Pese a no tener una traducción exacta al castellano, el "lettering" es uno de los ámbitos más creativos y rompedores del diseño gráfico actual. En América tanto como en España.
El diseñador Iván Castro brilla por sus trabajos de lettering en carteles y portadas de CD de rock and roll como la portada de 'Hill Billy Blues' o 'El Toro Records'
El diseñador Iván Castro brilla por sus trabajos de lettering en carteles y portadas de CD de rock and roll como la portada de 'Hill Billy Blues' o 'El Toro Records'
lainformacion.com
Alessia Cisternino

"Lettering" es una de esas palabras del "otro lado del charco" que no tiene una traducción exacta al castellano y sin embargo, si quisiéramos intentar definirla (porque hace falta definirla si se quiere hablar de uno de los ámbitos más creativos y rompedores del diseño gráfico actual), podríamos decir que "lettering" define la práctica de dibujar (o diseñar) letras de una manera artesanal, a caballo entre la caligrafía y la tipografía.

Letras hechas a mano, desarrollo de las formas de las letras, donde a menudo prima el carácter gestual del dibujo de la palabra. Cercano a la rotulación, el "lettering" podríadefinirse como una especie de imitación tipográfica, un intento de crear letras bellas a partir de tipografías. O también, si tenemos en cuenta su carácter gestual cercano a la caligrafía, podríamos definir el lettering como una especie de caligrafía corregida.

Palabras complicadas para definir algo al fin y al cabo simple: los miles de carteles que vemos en la calle todos los días, la publicidad que leemos y que por su tamaño, su forma y sus colores se nos queda pegada encima como el estribillo de una canción del verano, los rótulos de las tiendas, de las más antiguas a las más modernas, la señalética en las carreteras, los logos de las marcas de ropa. Estamos completamente rodeados por el "lettering", de letras que transmiten visualmente un determinado mensaje, hechas para aparecer y que enseguida desaparecen por esa peculiar forma de discreción que distingue el diseño gráfico respecto a otras expresiones artísticas y creativas.

En los últimos años, muchos diseñadores gráficos e ilustradores se han acercado a esta disciplina tan discreta y tan imprescindible (lo demuestran eventos como el 4º Congreso de Tipografía de Valencia que este año estaba completamente dedicado a la letra dibujada, con especial énfasis en ámbitos como la caligrafía, el dibujo y la ilustración). Por otro lado, las grandes marcas o empresas nacionales e internacionales recurren cada vez más a sus servicios, determinando un inesperado auge de las técnicas "manuales" frente a un mercado sobresaturado de imágenes tecnológicas.

Un nuevo triunfo de lo analógico sobre lo digital, sobre el que sabe bastante el diseñador norteamericano Ken Barber por ejemplo, director de la fundición tipográfica House Industries, una de las más reconocidas en todo el mundo. Sus letras toman base en el lettering y la rotulación de los años 50 y 60 en Estados Unidos y se inspiran en las letras del rock and roll más vintage, antiguos carteles circenses, películas de horror o en la arquitectura y psicodelia de los años 70.

Un "poquito" más al sur, en Argentina, el trabajo de Ale Paul se ha convertido en un referente contemporáneo para los gourmet de las letras. A través de su fundición digital Sudtipos, Ale Paul toma el lettering de mediados del siglo XX y lo transforma en tipografía. Sus letras están por todo el mundo y han llegado a convertirse en un icono dentro de ámbitos tan dispares como etiquetas de productos alimenticios, portadas de Cds o incluso identidades de cadenas de TV, mientras la diseñadora rusa afincada en Londres Yulia Brodskaya trabaja – nunca mejor dicho – su delicioso lettering en centenares de tiras de papel de colores.

España, cómo no, no se queda atrás en este ámbito, como demuestra el excelente trabajo del ilustrador catalán Álex Trochut, que ha venido a reavivar y consolidar una nueva sensibilidad sobre la palabra dibujada. Trochut – que ha trabajado para clientes como Zune, Wired, British Airways, Nike y los Rolling Stones (nada más, nada menos) – ha impulsado el trabajo de una nueva generación de diseñadores que toman como fuente de inspiración la letra ilustrada, recogiendo en este sentido el testigo de otros tantos diseñadores (o diseñadora en este caso) como Laura Meseguer, que ya había introducido el término 'lettering' a mediados de los 90, precisamente con ese carácter artesano de la creación de letras a medida.

¿Jóvenes promesas? Sin duda los diseñadores Oriol Ribas e Iván Castro, este último sobre todo brilla por sus trabajos de lettering en carteles y portadas de CD de rock and roll – como la portada de 'Hill Billy Blues', 'El Toro Records' o el cartel de Surf-o-rama Valencia 2010 por citar algunos.

Cálida, cómoda, casual, bien hecha y mal hecha. Llamativa, imprescindible y a la vez discreta. Efectiva estrategia de marketing y pura explosión artística en pocos centímetros. La letra dibujada puede ser una mala traducción de "lettering" pero existe y satura nuestro entorno como si fuera aire. A partir de ese momento será imposible no fijarse en ella.

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