Libia. Un avión fletado por repsol evacua a 131 personas, 61 de ellas españolas


Un avión fletado por la petrolera Repsol trajo a España en la tarde de este miércoles procedentes de Trípoli a 131 personas, 61 de las cuales son de nacionalidad española.
Del pasaje que componía el vuelo, 88 personas están vinculadas a las petroleras (54 trabajadores más sus familias, entre las que hay niños), y otras 41 no pertenecen al grupo de Repsol.
De estas 41, cuatro son trabajadores de Sacyr Vallehermoso, tres de Exxon, dos de Cobra, dos del ICEX, dos son deportistas (uno de ellos, el entrenador del equipo libio de futbol sala, que es gallego), además de 25 personas de la Embajada y tres monjas, Hijas de la Caridad de San Vicente de Paúl.
Además de españoles, también había ciudadanos naturales de Indonesia, Argentina, Ecuador, Perú y Norteamérica.
Ninguno de ellos llevaba equipaje, ya que según sus palabras, "tuvieron que salir con lo puesto".
Al Aeropuerto de Madrid-Barajas acudió el presiente de Repsol, Antonio Brufau, para recibir al pasaje.
Algunos pasajeros, en declaraciones a los periodistas, agradecieron "la labor efectuada por la compañía para sacarlos del país lo antes posible".
El director de operaciones de Repsol en Libia, Félix Castaneda, explicó a la prensa que en los días anteriores fueron evacuadas 81 personas. Aún en Libia quedan una veintena de empleados de la compañía. "Nos quedan 20 en el desierto", señaló.
Castaneda dijo que los españoles han vivido la situación tranquilos, aunque admitió haber sentido "tensión y un pelín de miedo", a pesar de la "buena cobertura que da una empresa importante como Repsol".
También destacó que la situación que se vive en el aeropuerto de Trípoli es "caótica", y que en general en la ciudad "muy triste". "Hay miles de personas durmiendo a la intemperie".
"Es bastante difícil entender qué va a pasar", añadió el directivo, que admitió desconocer cuándo va a retomar su actividad la compañía en este país.
Por otra parte, no quiso entrar a comentar temas institucionales, y sólo destacó la colaboración de los servicios de seguridad de la embajada y del Ministerio del Interior español.
Otros trabajadores, sin embargo, recalcaron que de no ser por la petrolera seguirían aún en Libia, y criticaron la falta de colaboración de las autoridades españolas.

Mostrar comentarios