Líderes y políticos defienden en Portugal la austeridad a un ritmo más lento

  • Líderes y políticos defendieron en Portugal que la Unión Europea (UE) debe continuar exigiendo políticas de austeridad, pero a un ritmo más lento que mitigue la fatiga de la ciudadanía tras varios años de recortes.

Susana Irles

Estoril (Portugal), 5 may.- Líderes y políticos defendieron en Portugal que la Unión Europea (UE) debe continuar exigiendo políticas de austeridad, pero a un ritmo más lento que mitigue la fatiga de la ciudadanía tras varios años de recortes.

La tercera edición de las Conferencias de Estoril, celebradas esta semana en este municipio luso, reunió a prestigiosas voces de la política, la economía y la cultura europea, con la crisis y sus posibles soluciones en el centro del debate.

En este foro se pudo observar con claridad una corriente de opinión que defiende la necesidad de continuar aplicando medidas de austeridad, aunque con matices.

Entre ellos, el ex primer ministro de Holanda (1982-1994) el democristiano Ruud Lubbers, quien compartió con otros expertos que estas políticas son "inevitables", pero hace falta ralentizar el ritmo de su implementación en los países rescatados debido al evidente hartazgo de la ciudadanía.

"Los líderes europeos tienen que sentir cuándo es el momento de cambiar la velocidad y la posición de las velas", advirtió Lubbers (considerado uno de los "padres" del euro) en una entrevista a Efe.

La fractura política del continente entre norte y sur, así como la desconexión entre gobernantes y votantes explican también esa preocupación expresada por varios ponentes en Estoril.

El propio presidente del Consejo de Europa (CE), el belga Herman Van Rompuy, reconoció el cansancio de la ciudadanía ante las reformas y los ajustes.

Aun defendiendo el "rumbo" de la austeridad y poniendo a Portugal como "ejemplo" de la aplicación de ésta, admitió que es necesario aplicar de forma "gradual" estas medidas, precisando de "más tiempo del anticipado" por las instituciones comunitarias.

El dirigente europeo reconoció la impopularidad de estas políticas, pero aplaudió el "coraje político" de Gobiernos como el del luso Pedro Passos Coelho que adoptan planes de austeridad pese a poner en riesgo su posición en los partidos y el apoyo popular que les hizo alcanzar el poder.

"Aunque a la mayoría no le gusta este tipo de medidas, muchas personas saben que son inevitables (...) La gente es completamente consciente de ello", subrayó.

El holandés Lubbers señaló en unas declaraciones a Efe que la necesidad de austeridad "es una realidad" que los países del sur no pueden esquivar por más tiempo, después de que hayan desaprovechado las décadas anteriores para aplicar de forma progresiva las reformas necesarias para equilibrar sus cuentas.

El ex primer ministro holandés constató la impopularidad de estas medidas y sobre todo una disonancia entre los líderes políticos y el electorado, "en especial en la juventud", frente al entusiasmo europeísta de los años ochenta en países como España y Portugal, resaltó.

Con décadas de experiencia a sus espaldas, lamentó que los líderes europeos y nacionales perdieran aquella oportunidad para explicar y avanzar con medidas de disciplina fiscal.

Ahora, la situación es diferente, reconoció, y cada gobernante tiene que escuchar y detectar "el momento" adecuado para desacelerar el proceso de austeridad, pero sin dejarla.

En el mismo foro, Jorge Sampaio, expresidente socialista de Portugal, exigió también una Europa que aplique las reformas "más lentamente", que se explique con más claridad y escuche más a los ciudadanos.

"Hay una clara situación de pérdida de confianza en el Gobierno de Europa", advirtió, poniendo como ejemplo el auge del euroescepticismo y de movimientos populistas.

Además de ajustes y recortes, otros ponentes pidieron más honestidad política, como el ex primer ministro irlandés John Bruton o el portugués António Horta Osório, presidente de Lloyds Bank.

Ambos coincidieron en que el "dolor" de la austeridad es el único rumbo, pero "los políticos tienen que ser honestos, tienen que explicar a las personas lo que pasa", señaló Bruton.

Osório compartió su posición y añadió que lo que se debe cuestionar es "la intensidad de esa austeridad".

El británico Anthonny Giddens, uno de los sociólogos más influyentes de las últimas décadas y asesor del Gobierno de Tony Blair y de la socialdemocracia alemana, ofreció la nota de optimismo de las jornadas.

Asumió la crisis de las democracias europeas "burocratizadas y corruptas", la ineficacia de una Europa que necesita un "federalismo limitado" y la falta de solidaridad de Alemania con respecto de los esfuerzos de austeridad realizados en los países rescatados.

Pero, en su opinión, la crisis ha creado por primera vez una "causa común" en Europa y por fin el sentido de la UE recala como cuestión prioritaria y esencial en los debates de elecciones nacionales.

Para Sampaio, con quien el sociólogo compartió mesa de debate, esa "fe" europea deberá manifestarse en las elecciones comunitarias de 2014.

"Será el gran momento para retomar el consenso popular y reconstruir el contrato social sobre el que se fundó Europa", vaticinó.

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