Llegan a Atenas acreedores privados para negociar quita con Gobierno griego

  • Los acreedores privados de Grecia -representados por el Instituto Internacional de Finanzas (IIF)- llegaron hoy a Atenas para retomar las negociaciones sobre una importante quita de la deuda del país, después de que el pasado viernes las negociaciones acabasen sin acuerdo.

Atenas, 18 ene.- Los acreedores privados de Grecia -representados por el Instituto Internacional de Finanzas (IIF)- llegaron hoy a Atenas para retomar las negociaciones sobre una importante quita de la deuda del país, después de que el pasado viernes las negociaciones acabasen sin acuerdo.

Según informó a EFE el Ministerio de Finanzas griego, está previsto que la delegación del IIF, encabezada por su director, Charles Dallara, y por el asesor especial Jean Lemierre, se reúna esta tarde con representantes del Ejecutivo heleno.

Dallara y Lemierre "han reiterado su compromiso de buscar un acuerdo sobre un canje voluntario de la deuda para Grecia y han instado a todas las partes a trabajar hacia esta meta de buena fe con sentido de urgencia", según un comunicado del IIF, con sede en Washington publicado ayer.

La semana pasada, Dallara y Lemierre mantuvieron varias reuniones en Atenas con el primer ministro, Lukás Papadimos, y el ministro de Finanzas, Evangelos Venizelos, sin lograr un acuerdo.

Papadimos, en una entrevista con el diario estadounidense The New York Times, se mostró optimista y aseguró que se estaba "muy cerca de un acuerdo".

Sin embargo, no descartó obligar a los tenedores de bonos -como hedge funds, fondos de pensiones, bancos y aseguradas- a asumir la quita si no acceden voluntariamente a participar en la operación.

"Es algo que tiene que considerarse a la luz de las expectativas sobre el grado de participación que se logre", afirmó y reiteró: "No se puede excluir".

El nudo gordiano de estas conversaciones es el tipo de interés que tendrán los nuevos títulos de deuda que sustituyan a los actuales en este canje que, tal y como resaltó la semana pasada el IIF, supone una reducción "sin precedentes" de la deuda griega en manos privadas, lo que significa que se le perdonarían al país 100.000 millones de euros.

Los medios griegos han indicado que el Gobierno pretende que el interés sea de entre el 4 y el 5 %, mientras que la banca privada exige que sea algo superior al 5 %, después de haber reducido sus exigencias iniciales, de entre el 6 y el 8 %.

Otra discrepancia es la legislación que se aplicaría a los nuevos títulos, que Grecia quiere sea la suya propia, mientras que el IIF pretende que sea la normativa británica.

La condonación del 50 % de la deuda privada es parte esencial del programa de rescate acordado en octubre con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y la Unión Europea (UE), por valor de 130.000 millones euros.

Algunos medios griegos se han referido a que varios fondos de alto riesgo que poseen deuda griega están negándose a una quita de la deuda, porque el valor de sus bonos están asegurados con los derivados CDS (Credit Default Swaps).

Sin embargo, si Atenas obliga a una reestructuración forzosa y no voluntaria, como se pretende, las agencias de calificación pueden declarar lo sucedido como una suspensión de pagos, lo que activaría el desembolso de los CDS y tendría unas consecuencias imprevisibles en las economía europea y mundial.

La reunión se produce en la misma semana en la que llegan a Atenas los jefes de la llamada troika, los inspectores del FMI, la Comisión Europea (CE) y el Banco Central Europeo (BCE), para verificar si Grecia está cumpliendo con sus compromisos de reducción del gasto público.

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