El transporte aprieta a la DGT para bajar a 21 años la edad para conducir autobuses

  • El sector hace lobby para que el Gobierno aproveche el margen que da la directiva europea y contribuya a paliar el déficit de conductores en España.
Fotografía conductor autobús de línea / Pixabay
Fotografía conductor autobús de línea / Pixabay

Los 'lobbies' del sector del transporte están 'apretando' a la Dirección General de Tráfico (DGT) para conseguir una reducción de la edad mínima legal a partir de la cual se pueden conducir vehículos de gran tamaño, como autocares o camiones de gran tonelaje, e intenta paliar por este cauce los problemas de falta de conductores a los que se están enfrentando las empresas del sector en los últimos años. Según aseguran fuentes de la negociación, el sector intenta convencer al Gobierno -en este caso, a la DGT, dependiente del Ministerio de Interior- para que aproveche el margen que proporciona la última Directiva Europea del pasado mes de mayo para rebajar de 24 a 21 años la edad mínima que se exige para poder conducir autobuses y de 21 a 18 años la exigible para poder conducir grandes camiones de transporte.

El asunto de hecho se recogía en el proyecto de reforma del Reglamento General de Conductores que la DGT empezó a tramitar el pasado mes de noviembre y que fue bien recibido por el sector, pero quedó paralizado por la convocatoria electoral. "Es un asunto urgente para el sector porque hay una situación real de carencia de conductores", aseguran desde las asociaciones afectadas. Organizaciones como la Federación Nacional del Transporte por Carretera (Fetransa) o la Asociación de Transporte Internacional por Carretera (Astic) estiman en 15.000 los conductores que faltan para poder cubrir las vacantes de las flotas de camiones de gran transporte por carretera.

Desde Confebús, que agrupa a las principales empresas de transporte de viajeros por carretera, se asegura que el problema también afecta al sector del autobús, donde incluso se han planteado realizar campañas publicitarias para atraer a nuevos profesionales al sector. El asunto en ambos casos es que no es solo que no se cumplan las vacantes sino que las plantillas están envejecidas, con una media de edad de entre 50 y 60 años, y que no encuentran nuevas vocaciones o simplemente personas dispuestas a sentarse delante de un volante como horizonte profesional.

El problema ha alcanzado una dimensión tal que hay organizaciones de transportistas que han recurrido ante los tribunales el último Reglamento de Ordenación del Transporte Terrestre porque cierra la puerta al ejercicio de la profesión por parte de personas sin estudios.

La paralización de la reforma del Reglamento General de Conductores de España por el adelanto electoral y el hecho de que la Unión Europea dé a los gobiernos hasta mayo de 2020 para transponer la directiva que establece las edades mínimas para obtener el permiso de conducir que se pueden implantar en la Unión Europea -y que permiten situar en 18 años (siempre que se haya superado el curso específico correspondiente o CAP) la edad mínima para los conductores de camiones y en 21 la de los conductores de autobuses- ha desatado la desconfianza del sector que ha decidido mantener la presión sobre la DGT para evitar que esa ansiada reforma legal se quede en el cajón.

Sin conductores en el país del 32% de paro juvenil

Las expectativas del sector se asientan en las estadísticas de empleo y, más en concreto, en ese más de medio millón de parados de menos de 25 años que muestran los datos de los Servicios Públicos de Empleo. Desde el sector del transporte de viajeros se entiende que el hecho de tener que esperar hasta los 24 años para ejercer puede actuar de barrera de entrada para muchos jóvenes, que podrían estar encaminando sus pasos hacia otros ámbitos para no esperar hasta esa edad para ejercer. Bajo ese mismo prisma interpretan que será más fácil captar nuevos profesionales a los 21 años que a los 24 años.

Para poder conducir un autobús de más de 16 pasajeros, la normativa actual exige además de tener 24 años cumplidos, disponer de un carné de categoría D -según el vehículo- y superar el CAP inicial ordinario consistente en 280 horas de formación. En el nuevo esquema que 'pintó' la DGT el pasado mes de noviembre se podía obtener el carné de conducción de autobuses ya desde los 18 años para trayectos de menos de 50 kilómetros, siempre que se estuviera en posesión CAP de 280 horas y a partir de los 21 años para trayectos de larga distancia. En el caso de los conductores de camiones, la edad mínima para conducir vehículos con más de 3.500 kilos de carga máxima autorizada o cabezas tractoras con remolque de arrastre está hoy en los 21 años, o en los 24 para grandes trailers; el proyecto de la DGT la bajaría a los 18 años en el primer caso y  a los 21 años para los conductores de grandes cargas.

Hasta ahora, las compañías de transporte se han apañado como han podido. El presidente de CEOE, Antonio Garamendi, puso de hecho como ejemplo al sector del transporte de viajeros a la hora de identificar el incipiente problema del mercado laboral español de exceso de paro y carencia de mano de obra en determinados sectores concretos, y reveló la peripecia de una compañía española que se había decidido a abrir una escuela de conductores en Marruecos para garantizarse 4.000 conductores a medio plazo. También hay empresas de transporte de mercancías que han empezado a recurrir a contingentes de trabajadores extranjeros, un sistema que tiene un riesgo ya que su carné de conducir debe estar homologado en España.

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