López aguilar dice que el daño infligido por merkel a la ue es "incalculable" e "imperdonable"


El presidente de la Delegación del PSOE en el Parlamento Europeo, Juan Fernando López Aguilar, señaló hoy que, a pesar del plan de incentivo del crecimiento anunciado por la canciller alemana, Angela Merkel, el daño infligido por ésta a la UE es ya "incalculable" e "imperdonable".
López Aguilar explicó a Servimedia que lo que empezo siendo una crisis global "hace tiempo que dejó de serlo", porque ahora todas las principales regiones del planeta están creciendo, menos Europa, y esto es, a su juicio, responsabilidad de Merkel y del presidente francés, Nicolas Sarkozy, en el "autoerigido directorio" de la UE.
"No se la podemos condonar", apuntó el eurodiputado a pesar de la agenda de crecimiento anunciada ahora por Merkel, porque su política "ha sido un desastre", con su "diagnóstico equivocado", su "estrategia fallida" y su "recetario socialmente desastroso para los más perjudicados".
Todo ello, denunció, en favor del interés de Alemania y la derecha alemana, en particular sus bancos que, como los franceses, son los principales acreedores de la deuda de algunos países mediterráneos.
Para López Aguilar, ahora Merkel, percibiendo que François Hollande va a ganar las elecciones francesas y ante el "clamor" de que no podemos seguir con su "estrategia disparatada y suicida", por fin se apresta a cambiar el foco que antes ponía sobre la "austeridad excluyente del crecimiento y el empleo", tras avanzar declaraciones en ese sentido por "personas interpuestas" como el presidente del BCE, Mario Draghi, su "mastín", dijo, al frente de esta institución.
Sin embargo, aunque la canciller alemana por fin sea consciente de que un país no puede pagar su deuda si no crece, y de que estaba llevando a la desesperación a una generación de europeos y al suicidio a la UE, López Aguilar apuntó que "el daño infligido a la causa europea es incuantificable e imperdonable".
El presidente de la Delegación Socialista Española en la Eurocámara abogó por reformar el Tratado de Lisboa no en el sentido en que lo propugna Merkel, con el pacto fiscal que sanciona a los países "indisciplinados", sino el papel del BCE, para que preste directamente a los estados y no a los bancos que se lucran comprando la deuda generada por su rescate, y aporte la liquidez que escasea por la falta de crédito y la debilidad de la demanda interna.

Mostrar comentarios