López propone una reforma fiscal que grave a las empresas que no generen empleo

El lehendakari, Patxi López, apostó hoy en el 'Fórum Europa. Tribuna Euskadi' por una reforma fiscal urgente para salir cuanto antes de la crisis que, entre otras medidas, grave a las empresas con grandes beneficios que no generan empleo.
Durante su intervención en el citado foro, organizado por Nueva Economía Fórum en Bilbao, López recordó que en Euskadi “tenemos una presión fiscal menor que en otros países europeos” y añadió que si se situara en la media el Gobierno vasco tendría un “25% más de recursos”, unos 2.000 millones de euros adicionales. No obstante, matizó que no se trata de “llegar a esta situación de golpe”, sino de avanzar en esa dirección”.
El lehendakari propuso “revisar” las exenciones y bonificaciones “que no están cumpliendo su objetivo”, primando a las empresas que invierten y generan empleo y gravando con tres puntos más el tipo actual a las empresas con beneficios superiores a 2 millones de euros y que no reinvierten ni generan empleo.
Para López, la fiscalidad es un “elemento central” de la regulación de los flujos económicos y de la redistribución de los esfuerzos. En este sentido, indicó que la fiscalidad “no es el recaudador del rey que esquilma a la gente, sino un elemento sustancial integrado en el complejo mundo de la economía".
También defendió las políticas fiscales como arma para combatir la crisis y "buscar la cohesión social”. “Cuando hay que hacer esfuerzos, todos nos apretamos el cinturón”, dijo.
Por ello, insistió en la necesidad de que la política fiscal tenga como objetivo el crecimiento y la creación de empleo, además de acabar con el fraude fiscal. A este respecto, apuntó que “no es aceptable que se nos diga que no se pueden hacer planes conjuntos entre las haciendas para perseguir mejor a los defraudadores”.
Para conseguir este objetivo propone un pacto fiscal para toda Euskadi “a corto y largo plazo” que le otorgue seguridad jurídica y “no se pueda estar cambiando cada año”.
Entre las medidas “inmediatas” y temporales citó el aumento del tipo al 60% durante tres años a los sueldos superiores a los 120.000 euros, la creación de un impuesto “de solidaridad” a las grandes fortunas que se aplique a los patrimonios superiores al millón y medio de euros y la sustitución del impuesto de sociedades por otro que grave a los beneficios empresariales.