Desconfianza sobre las previsiones

Cruzada de 'think tanks' y organismos internacionales contra el PIB de Calviño

Importantes organismos internacionales, consultoras de prestigio y agencias de calificaciones crediticias ponen en duda los datos que presenta la ministra de Economía en torno al crecimiento del PIB en 2022.

La vicepresidenta primera y ministra de Asuntos Económicos, Nadia Calviño
PWC, el último indicador que desdice las previsiones de crecimiento de Economía.
Europa Press

Funcas, la OCDE, organismos internacionales, grandes entidades financieras y hasta la Comisión Europea son un clamor en contra de las previsiones económicas del Gobierno español que mantienen un crecimiento del PIB para el año que viene del 7%, casi dos puntos por encima de lo que vaticinan en esos grandes 'think tank' y servicios de estudios, que corroboran que la economía española no crece al ritmo esperado. A pesar de que ese es el dato con el que se han elaborado los Presupuestos para el año que viene, desde Economía se resisten a admitir de forma oficial una revisión a la baja, con la excusa de que la recaudación de impuestos crece muy fuerte, por encima del 10%, de forma que un ritmo de crecimiento sostenido del PIB en el entorno del 5% entre 2021 y 2023 ya es suficiente, aunque no sea lo previsto. 

La propia vicepresidenta económica admitía este lunes en una entrevista las "constantes revisiones al alza y a la baja" que se han dado y que seguirán en el último mes del año, un mes en el que, a su entender, se está notando ya la recuperación de la actividad, aunque vaya de forma más lenta que la creación de empleo. El contraste entre lo que dicen los expertos a nivel nacional e internacional y la resistencia de Economía a admitir su error y optar por un dato más realista del PIB para 2022 ha generado una verdadera cruzada donde las voces más autorizadas advierten que la capacidad de regeneración de la economía todavía no es suficiente. 

Funcas, uno de los 'think tank' de referencia para el Ejecutivo, ya revisó a la baja el mes pasado su previsión de PIB para 2022 hasta el 5,7%, cuatro décimas por debajo de su dato anterior, a la vista de la revisión que el INE había hecho para el segundo trimestre y bajo el supuesto de que los elevados precios energéticos y de las materias primas se mantendrán hasta la primavera y descenderán posteriormente. Además, la mayoría de panelistas de Funcas estima que el próximo año se ejecutarán unos 20.000 millones de euros de los fondos europeos, frente a los 26.900 previstos.

En esa misma línea, este domingo la consultora PwC publicó un estudio -de acuerdo con las proyecciones de un panel de más de 400 expertos, directivos y empresarios- que limitaba el crecimiento del PIB de España al 5,2%. Es decir, 1,8 puntos menos que el planteado por Economía. Además, resaltaba su preocupación por el alza de los precios, al tiempo que advertía de que las presiones inflacionistas observadas durante los últimos meses "podrían acabar siendo estructurales si se trasladan a los salarios".

Unos días antes, la agencia de calificación crediticia DBRS Morningstar difundió un informe que mantenía unos resultados muy parecidos a los de la consultora. De esta forma, la previsión de PIB para 2022  se situaba en el 5,8%, 1,2 puntos porcentuales por debajo del estimado por la ministra. Pese a estos datos pesimisitas, la agencia recalcó que confiaba en que la evolución del mercado laboral "mejorará".

De la OCDE a Bruselas

Estos datos confirmaban la tendencia que marcó la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) el pasado 1 de diciembre. Según desprendía su informe bianual 'Perspectiva Económica', "el crecimiento del PIB será del 5,5%, lo que supone un descenso de 1,1 puntos porcentuales con respecto a la anterior estimación, publicada en septiembre". Además, esta cifra se distancia en hasta 1,5 puntos porcentuales con la adelantada por el Gobierno. Entre los riesgos a la baja para la economía española, la OCDE ha alertado de la posibilidad de "un repunte de la pandemia y una mayor persistencia de la inflación que se traslade a los precios finales y a los salarios".

Por último, BBVA Research aseguró en su informe del cuarto trimestre que las expectativas de crecimiento económico en España se "moderaban" hasta un "5,5%" en el año 2022. El servicio de estudios del 'gigante' bancario afirmó que esta reducción se debía a "diversos factores negativos".  Entre ellos, destacaba las "disrupciones en las cadenas de producción, el aumento del precio de la energía o el retraso en la ejecución de los fondos europeos Next Generation". Sobre esto último, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, aseguró que antes de que finalizara 2021, España contaría con 27.000 millones de los fondos; sin embargo, este  proceso va mucho más lento de lo previsto inicialmente.

Europa -que nunca mira de lado- es consciente de los porcentajes 'irreales' que maneja el gabinete de Calviño. Y así se lo hizo saber la propia Comisión Europea en noviembre de este año, donde redujo del 6,3% al 5,5% el crecimiento estimado para el año 2022. Además, postergó la recuperación del país a los niveles precovid al año 2023. Un baño de realidad que el Gobierno intento eludir, pero que ahora le vuelven a recordar.

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