Los 5 retos que debe afrontar España para crear 2 millones más de empleos

    • El reciclaje de los parados de larga duración, la formación de los jóvenes y la intermediación laboral del INEM son algunos de los desajustes que deben resolverse.
    • La gestión de los recursos humanos en el sector público, la temporalidad y el coste del despido deberían ser abordados para que la creación de puestos de trabajo no baje su intensidad, según Randstad.
El Inem controla que inmigrantes no dejen España mientras cobran el paro
El Inem controla que inmigrantes no dejen España mientras cobran el paro

La reciente Encuesta de Población Activa (EPA) ha confirmado que la mejora del mercado laboral continúa. Durante el tercer trimestre del año el paro se ha reducido prácticamente en 300.000 desocupados y el empleo ha arrojado un saldo de 182.000 nuevos puestos de trabajo.

Con esos datos trimestrales, en un año el número de ocupados ha aumentado en más de medio millón. Exactamente en 544.700, lo que supone un crecimiento del +3,11%.

Mientras que el número de desempleados ha disminuido en 576.900, con un descenso del –10,63% en los últimos 12 meses.Si echamos la vista más atrás y vemos la evolución del mercado de trabajo en los dos últimos años, desde que comenzara a consolidarse la mejora económica, el balance puede considerarse como muy positivo.En los dos últimos años se han generado 818.700 nuevos puestos de trabajo y el desempleo se ha reducido en 1,1 millones de parados, según los últimos datos de la EPA.Pero los expertos coinciden en que no hay que bajar la guardia y para que nuestro país recupere los casi 4 millones de empleos que han llegado a perderse en esta larga crisis son necesarias nuevas medidas e impulsos para elmercado laboral.Por varias causas. Lo normal es que el ritmo de creación de empleo se desacelere un poco tras el fuerte crecimiento de estos dos últimos años. En la salida de la crisis, partiendo de una situación tan deteriorada como la que llegó a alcanzar España, era más sencillo que una vez llegase el crecimiento económico, éste se tradujese en una creación intensa de puestos de trabajo.Pero, a medida que la recuperación se alargue en el tiempo y la situación del mercado laboral sea menos débil, lo normal es queel ritmo de creación de empleo tienda a reducirse. Se consolidará y volverá más estable y segura, pero menos fuerte.Además, hay amenazas exteriores que no pueden hacer descartar nuevos enfriamientos económicos, como los problemas de potencias emergentes como China y Brasil o las cíclicas crisis griegas que ponen en jaque a la Unión Europea cada cierto tiempo.Así las cosas, no pocos economistas expertos en materia laboral recomiendan seguir introduciendo cambios en nuestro mercado de trabajo, en el marco de relaciones laborales y en el sistema educativo para resolver problemas estructurales que aún conserva nuestro país y dar nuevos impulsos a la creación de empleo. La salida de la crisis no ha hecho salvo comenzar y queda mucho camino por hacer.Valentín Bote, director de Randstad Research,el área de estudios e investigación del grupo de recursos humanos y empleo Randstad, ha señalado en la presentación del informe Claves para dinamizar el mercado laboral que nuestro país tiene 5 grandes retos si quiere crear 2 millones de puestos de trabajo más en los próximos años.Problemas que deben afrontarse para resolver las paradojas de nuestro mercado de trabajo y terminar con las habituales altas tasas de paro que se registran incluso en épocas de bonanza económica.

1. El primero de ellos es la cualificación de los profesionales españoles. Se prevé una fuerte creación de empleo en Europa en el futuro en perfiles de media y alta cualificación. Es decir, para universitarios y titulados de Formación Profesional (FP). Especialmente en los campos relacionados con las ciencias, las áreas técnicas (ingenierías y arquitectura) y las matemáticas.

Y nuestro problema es, según el experto de Randstad, que los parados españoles no responden en general a esos requerimientos del mercado. Dos terceras partes de los desempleados de larga duración tienen baja cualificación y sólo el 34% tiene formación superior. Por lo que se hace imprescindible reciclar a los parados de larga duración para su retorno al mercado laboral. Esos empleos van a generarse y si España no está preparada, se crearán en otros lugares.

2. Otro de los problemas que hay que atacar es el desempleo juvenil. Los jóvenes son el único segmento de población que ha perdido empleo durante esta larga crisis. Entre los menores de 35 años se han destruido 3,4 millones de puestos de trabajo desde finales de 2007, mientras que entre los mayores de 34 hay 721.000 ocupados más. La tasa de paro juvenil, a pesar de descender en la última EPA hasta el 46% (venía de superar el 50% en años anteriores), sigue siendo demasiado elevada.

Aunque se trate de la generación más titulada de nuestra Historia, Valentín Bote duda de si el sistema educativo les está formando en los requerimientos que actualmente demandan los empleadores, por lo que deben introducirse cambios.

3. La elevada tasa de temporalidad también es una anomalía de nuestro país, líder en Europa en esta estadística sólo superada por Polonia. Para Bote el problema es la escasa penetración en el mercado de trabajo de las empresas de trabajo temporal que gestionan de forma más profesional esas contrataciones eventuales.

Según el directivo de Randstad la comparativa internacional demuestra desde hace muchos años que los países con menor tasa de paro son aquellos en los que las ETT tienen una mayor penetración a la hora de gestionar las contrataciones temporales.

4. "El INEM es una fábrica de generar parados de larga duración". Así de rotundo se muestra Valentín Bote a la hora de juzgar la eficacia en la intermediación laboral de los servicios públicos de empleo de nuestro país. El Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE), el antiguo INEM, son corresponsables del alto índice de paro de larga duración al conservar un cuasimonopolio en la intermediación laboral y no ser capaces de encontrar un puesto de trabajo a los desempleados.

Están básicamente orientados a la tramitación de prestaciones por desempleo, por lo que habría que crear un marco de colaboración público-privada mucho más eficaz, en el que las agencias de empleo especializadas en la intermediación laboral pudieran tener un papel mucho más protagonista, como sucede, por ejemplo, en Reino Unido.

En el país anglosajón, considerado un modelo en esta materia, los servicios públicos encuentran trabajo a tres cuartas partes de los desempleados en el primer año. A los profesionales que no se insertan en eso primeros 12 meses se les deriva a las firmas privadas para que desarrollen una búsqueda de empleo más intensa, recualificando a esos desempleados.

5. Por último, habría que gestionar los recursos humanos del sector público de una forma mucho más eficiente, profesionalizada y planificada. Al contrario de lo que se piensa por los recortes recientes en este capítulo, el empleo público ha vuelto a crecer, pero fundamentalmente a través de contrataciones eventuales.

Antes de la crisis se vivió un proceso que Bote califica de esquizofrénico. Había entonces casi 3 millones de empleados públicos y se contrataron 400.000 más, hasta situarse en 3,3 millones.

Al comenzar la recesión se destruyó buena parte de ese empleo hasta volver a los niveles precrisis, en el entorno de los 3 millones de trabajadores públicos. Ahora, de nuevo se han contratado 100.000 empleados más, pero la mayor parte de forma temporal.

Mostrar comentarios