Los accionistas de Dexia aprueban el plan de reestructuración de la entidad

  • La junta extraordinaria de accionistas del banco franco-belga Dexia aprobó hoy la inyección de 5.500 millones de euros por parte de los Gobiernos de Bélgica y Francia, dentro del plan de reestructuración y liquidación ordenada de la entidad.

Bruselas, 21 dic.- La junta extraordinaria de accionistas del banco franco-belga Dexia aprobó hoy la inyección de 5.500 millones de euros por parte de los Gobiernos de Bélgica y Francia, dentro del plan de reestructuración y liquidación ordenada de la entidad.

El 99,4 % de los accionistas aprobaron la mencionada ampliación de capital, una operación que supone prácticamente la nacionalización de Dexia, ya que un 94,4 % en manos ambos países, según el diario Le Soir.

El objetivo de esta operación -que será aprobada el día 28 de este mes por la Comisión Europea- es evitar que el grupo caiga en una suspensión de pagos que ponga en riesgo los sistemas financieros de Bélgica, Francia y Europa.

La ampliación de capital se realizarán a través de la suscripción de preferentes, donde el Estado belga aportarán el 53 % (2.900 millones) y Francia el 47 % (2.600 millones), y las garantías que aportarán ambos países se elevarán hasta un máximo de 85.000 millones de euros.

El plan de reestructuración supondrá que Dexia, como tal, se someta a una liquidación ordenada.

Belfius, la filial belga de Dexia ahora en manos del Gobierno de este país, pondrá en marcha un plan de reestructuración, con el fin de asegurar su viabilidad a largo plazo.

Por otro lado, "Dexia Municipal Agency", que es parte aun de Dexia, pasará a integrarse en un banco francés de desarrollo, cuya actividad será limitada estrictamente al sector público local francés.

Los Gobiernos de Francia, Bélgica y Luxemburgo ya inyectaron 6.400 millones de euros en Dexia durante la crisis financiera de 2008, cuando se puso en marcha un amplio proceso de reestructuración de la entidad.

Además, Francia y Bélgica ofrecieron garantías al banco por valor de 20.000 millones de euros.

En diciembre de 2011, esos tres países acordaron el segundo plan de ayuda a Dexia, que preveía aportaciones máximas de 45.000 millones de euros para cubrir las necesidades de financiación del grupo, mientras que Francia y Bélgica otorgaron nuevas garantías por un valor máximo de 54.000 millones.

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