Lisboa, 17 jul.- Las principales organizaciones patronales de Portugal y su segundo mayor sindicato, el socialista UGT, pidieron hoy a conservadores y socialistas que aceleren el diálogo que iniciaron el domingo para llegar a un acuerdo "rápido".
En un comunicado conjunto, los agentes sociales reclamaron "sentido de la responsabilidad" a los tres partidos que participan en estas negociaciones y les advirtieron de los riesgos que corre el país de no llegarse a un "compromiso de salvación nacional" que cierre la actual crisis de Gobierno.
"Portugal necesita de este acuerdo, sino corremos el peligro de entrar en una fase muy grave en términos económicos y sociales, con consecuencias imprevisibles", alertaron.
Representantes de empresarios y trabajadores coincidieron en señalar que el país "precisa de estabilidad" y de una economía "más fuerte y competitiva" que facilite "el aumento de la producción, la disminución del desempleo, el crecimiento de la riqueza y la confianza en los mercados extranjeros".
"Es imprescindible que los partidos asuman, con claridad y determinación, esta necesidad -de llegar a un acuerdo- y que sepan actuar en consecuencia y con la urgencia debida", insistieron.
En esta iniciativa de los agentes sociales lusos no tomó parte el sindicato más importante de Portugal, la CGTP (de orientación comunista), que criticó este proceso negociador y exige la convocatoria de elecciones anticipadas, como hace también el resto de las fuerzas de izquierda.
Tanto socialdemócratas (PSD) como democristianos (CDS-PP), que forman la coalición conservadora en el Gobierno luso desde 2011, como el principal grupo de la oposición, el socialista, participan desde el domingo en la negociación de un compromiso a instancias del jefe de Estado, Aníbal Cavaco Silva.
El objetivo de este proceso de diálogo es alcanzar un consenso que permita garantizar a la UE y el Fondo Monetario Internacional que el país cumplirá las exigencias acordadas con ambos a cambio de su rescate financiero, que culmina en junio de 2014.
Un pacto permitiría al mismo tiempo, según defienden el presidente y otros líderes lusos, reforzar la posición de Portugal a la hora de negociar con los organismos internacionales una hipotética suavización de las severas políticas de austeridad aplicadas durante los últimos años.
El alcance de estas medidas de austeridad fue, precisamente, el motivo que llevó al socio del Ejecutivo conservador, el CDS-PP, a amagar con la ruptura de su alianza, lo que acabó por derivar en la actual crisis política.
Cavaco Silva se mostró totalmente contrario a la celebración inmediata de comicios, como reclaman los partidos de izquierda, pero aceptó discutir sobre la convocatoria de elecciones a partir de junio de 2014, un año antes de que termine oficialmente la legislatura.
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