Los antiguos dueños de Marsans se negaron a hacer un cierre ordenado

Madrid, 8 mar.- Los antiguos dueños de Viajes Marsans se negaron a hacer un cierre ordenado de la compañía y a salvar la situación de cerca de 60.000 clientes del grupo, tal y cómo reclamaba el Comité Ejecutivo de Gestión de la empresa, integrado por once miembros, entre ellos el exdirector corporativo de Interinvest.

Así consta en un correo electrónico que envió el Comité Ejecutivo de la empresa a los exresponsables del grupo, al que ha tenido acceso EFE, el 30 de abril de 2010, meses antes de que Marsans fuese declarada en concurso de acreedores.

En el correo señala que la situación en las oficinas "ha sobrepasado los límites imaginables, ya que hay clientes tirados en USA, Tailandia, China, Argentina, Perú, México, Japón y otros destinos europeos y nacionales".

Asimismo, indicaban que "las oficinas estaban llenas de clientes reclamando su documentación y el dinero a los que no pueden darle ni una cosa ni la otra, produciéndose situaciones muy graves que están implicando bajas voluntarias y personales de los trabajadores que tienen miedo de ir a la oficina".

En este sentido, el Comité Ejecutivo pidió a los entonces responsables del grupo un cierre "lo más ordenado posible para salvar la situación de unos 60.000 clientes en vez de dejar más de 100.000 clientes perjudicados".

Ante la negativa de Díaz Ferrán y Pascual, los miembros del Comité fueron dimitiendo entre el 30 de abril y el 3 de mayo de 2010.

Uno de los miembros de ese Comité era el exdirector corporativo de Interinvest (Marsans) Vicente Muñoz, que ha declarado hoy en la Audiencia Nacional, en calidad de testigo, al igual que Rosario Gil, que dirigía entonces el Departamento de Auditoría Interna de Viajes Marsans.

Todo ello en el marco de un presunto delito de apropiación indebida de 4,4 millones de euros de fondos procedentes de los clientes, que se ha saldado con la imputación de los antiguos responsables del grupo y del exdirector general de Viajes Marsans -vinculado a Posibilitum- Iván Losada.

Según señalaron a EFE fuentes jurídicas, durante su comparecencia, Muñoz ha responsabilizado a Díaz Ferrán y a Pascual de las salidas de fondos hacia otras sociedades y ha ratificado la versión del antiguo expresidente de la CEOE, quien aseguró ayer que su nómina, al igual que la de su socio, se destinó a pagar deudas de la compañía y que no era él el que llevaba el "día a día" del grupo.

Muñoz fue suspendido de empleo y sueldo el 9 de julio de 2010 por deslealtad en sus funciones y desobediencia al haber ordenado que se pagasen a los trabajadores de Marsans la nómina de mayo en contra de la intención de Posibilitum, la nueva dueña de la compañía, que además le despojó de sus funciones en Interinvest.

Por su parte, Rosario Gil ha asegurado al juez de la Audiencia Nacional Santiago Pedraz desconocer el destino de los 4,4 millones.

Fuentes cercanas a la defensa de los imputados indicaron, sin embargo, que la mayoría de los pasajeros afectados por el cierre del grupo han cobrado ya y que resulta "sospechoso" que no haya ninguna acusación particular en el proceso.

El pasado 3 de febrero el juez de la Audiencia Nacional Santiago Pedraz admitió a trámite una querella de la Fiscalía, que señalaba que a finales de 2009 las sociedades de Marsans dejaron de abonar a los mayoristas las cantidades de los clientes, y los responsables entonces destinaron los fondos a compañías vinculadas con los antiguos y nuevos propietarios, lo que dejó al menos 4.706 afectados.

Justo antes de que fueran declaradas en concurso de acreedores en junio de 2010, Díaz Ferrán y Pascual vendieron sus empresas a la sociedad Posibilitum, dirigida por Ángel de Cabo, quien se ha hecho también con el control de Nueva Rumasa.