Los ataques de los hedge funds llevan al límite al euro y a la libra

  • Los inversores especulativos han conseguido que los más irónicos rebauticen a la moneda británica como la “peseta esterlina”, mientras la credibilidad del euro toca suelo a costa de Grecia. Es el fruto del último gran ataque de los hedge fund.
lainformacion.com

Los inversores especulativos han conseguido que los más irónicos rebauticen a la moneda británica como la “peseta esterlina”, mientras la credibilidad del euro toca suelo a costa de Grecia.

Primero fue el euro en febrero y después la libra, este mes de marzo. Los hedge funds han lanzado sobre ambas divisas una ofensiva sin precedentes desde que en septiembre de 1992 el mítico George Soros puso los mercados de divisas patas arriba. Una orden de venta de 10.000 millones de libras contra la moneda británica acabó con una devaluación de la divisa y su expulsión del Sistema Monetario Europeo.

El ataque que está sufriendo la libra en marzo le ha valido para ganarse el apelativo jocoso de “peseta esterlina”. ¿Recuerdan? Entre septiembre de 1992 y marzo de 1995 la “rubia” sufrió tres devaluaciones y se depreció más de un 40% frente al dólar estadounidense. Un mal recuerdo que hoy vuelve a la primera línea de la actualidad a cuenta de las comparaciones irónicas con la libra.

La realidad dice que ahora las apuestas de los hedge funds contra la libra son casi diez veces mayores que la de Soros. Y también que en ausencia del financiero de origen húngaro han sido fondos especulativos “de la casa” europea como los de Bluerest, Winton Capital o Man los que han pasado a la acción.

La recuperación a cámara lenta de la economía británica, un déficit público del 12,6% y las dudas sobre el resultado de las elecciones del próximo mes de mayo forman un cóctel de momento imposible de digerir para el país más anglosajón de Europa. Tan mal lo está pasando la libra que no sólo se ha desplomado frente al dólar: es la única entre las de referencia en el mundo que pierde terreno contra el debilitado euro.

El euro, en el diván

Mientras, el euro reposa en el diván tratando de reconocerse. Tras el durísimo ataque sufrido en febrero con una apuesta bajista de 8.000 millones de euros, es su credibilidad la que está en juego. La subasta de bonos a siete años realizada el lunes en Grecia, salvada in extremis, no ha hecho más que demostrar que la vida seguirá siendo complicada para la divisa única europea.

De momento, parece haber una tregua desde que Alemania sacó a delante un plan de ayuda a Grecia que combina los préstamos bilaterales de la UE con el apoyo del Fondo Monetario Internacional (FMI). Pero no hay razones para la tranquilidad: Grecia afronta vencimientos de deuda de 16.000 millones de euros entre el 20 de abril y el 23 de mayo. Artillería pesada con el temor a un ataque al resto de las economías más débiles en el retrovisor. Y los hedge funds, vivitos y coleando.

Mostrar comentarios