Los atunes hacen inmersiones de más de 1.000 metros, según un estudio

  • Bilbao.- La captura en el Cantábrico, al norte del municipio vizcaíno de Bakio, de un atún rojo al que hace un año se le implantó un dispositivo electrónico ha permitido conocer datos sobre los hábitos migratorios de esta especie, que puede llegar a realizar inmersiones que superan los 1.000 metros de profundidad.

Los atunes hacen inmersiones de más de 1.000 metros, según un estudio
Los atunes hacen inmersiones de más de 1.000 metros, según un estudio

Bilbao.- La captura en el Cantábrico, al norte del municipio vizcaíno de Bakio, de un atún rojo al que hace un año se le implantó un dispositivo electrónico ha permitido conocer datos sobre los hábitos migratorios de esta especie, que puede llegar a realizar inmersiones que superan los 1.000 metros de profundidad.

Según ha informado hoy el centro tecnológico vasco de Investigación Marina y Alimentaria, AZTI-Tecnalia, los científicos colocaron el pasado verano, en una de las campañas de pesca sin muerte para el marcaje de túnidos en la que colaboran asociaciones de barcos de recreo vascos y el citado instituto, una marca-archivo electrónica en el lomo de un atún rojo que ha ido almacenado datos de la vida y costumbres de dicho animal.

Este atún rojo ha sido capturado un año después, el pasado 15 de agosto, por una embarcación de recreo a 88 millas al norte del puerto de Bakio.

La información que contenía el dispositivo electrónico que portaba el animal ha revelado que dicho cimarrón ha realizado grandes migraciones desde las Azores y la costa de Portugal, donde ha pasado el invierno, hasta el Golfo de Vizcaya, adonde ha regresado en primavera.

Además, en el dispositivo han quedado grabadas inmersiones que han superado los 1.000 metros de profundidad.

AZTI ha destacado la importancia que tienen para los científicos y la gestión pesquera los datos obtenidos en este tipo de dispositivos ya que, sobre los hábitos de la especie y el número de ejemplares calculados, se pueden programar medidas para su gestión.

Cuando la pieza fue marcada el 26 de agosto del año pasado medía 89 centímetros de largo y pesaba 13,5 kilogramos, y un año después, cuando volvió a ser capturada, pesaba 22,3 kilogramos y tenía una longitud de 104 centímetros.

Los tripulantes de la embarcación de recreo Tía Rosario, que capturaron al cimarrón este verano, ya habían marcado en julio de 2005 otro atún rojo que hizo una migración transatlántica, ya que fue encontrado en la costa de Massachussets (Estados Unidos).

La pieza medía 68 centímetros y pesaba 5,5 kilogramos cuando fue marcada en el Cantábrico, y 775 días más tarde fue recogida con una longitud de 114 centímetros y un peso de 30 kilos.

El pez había recorrido unas 3.330 millas marinas, unos 6.000 kilómetros medidos en línea recta.

Las campañas de marcado de túnidos están promovidas por el Gobierno Vasco y las lleva a cabo AZTI-Tecnalia, en colaboración con la Federación Vasca de Asociaciones de Náutica y Pesca Recreativa (Fasnaper) y los clubes náuticos de San Sebastián y Hondarribia, y se vienen efectuando desde hace más de siete años.

Desde entonces, barcos de recreo vascos han marcado 4.074 ejemplares de bonito, cimarrón, patudo o listado, tanto en los campeonatos con modalidad de marcaje y suelta, como durante la actividad habitual de las embarcaciones recreativas.

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