Por primera vez estudiantes de los grados universitarios de Económicas y Administración y Dirección de Empresas podrán realizar prácticas en dependencias del Ministerio de Hacienda. El departamento que dirige Cristóbal Montoro ha puesto en marcha, en colaboración con varias universidades, un pionero plan formativo que permitirá a estudiantes de tercer y cuarto curso de estos grados completar una beca de prácticas de tres meses en la Intervención General del Estado (IGAE) como complemento a su formación académica.
El plan se puso en marcha el pasado mes de agosto con la firma de un convenio entre la IGAE y la Universidad Autónoma de Madrid en virtud del cual el organismo dependiente del Ministerio de Hacienda abría sus puertas en una iniciativa sin precedentes a la realización de prácticas externas por parte de estudiantes de este centro universitario. Según fuentes conocedores del programa, "la experiencia supuso todo un éxito" e incluso alguno de los alumnos que cursó la beca de prácticas ya se ha fijado como objetivo profesional concurrir a la oposición para interventor del Estado.
La experiencia animó a los promotores de la iniciativa que en los meses siguientes han suscrito convenios similares con la Universidad de Alcalá y también con el Instituto de Estudios Bursátiles, en este caso para canalizar las prácticas de los estudiantes de alguno de los títulos de postgrado de este centro. Las fuentes consultadas aseguran que en las próximas semanas Hacienda ya tiene apalabrado cerrar convenios similares con la Universidad Pontificia de Comillas y con la Universidad Carlos III.
Ni sueldo ni relación laboral
Las características funcionales y legales de las prácticas que los estudiantes realizan en la IGAE se definen en los convenios y se pueden consultar aquí. En resumen, la IGAE se responsabiliza de la formación de los estudiantes durante los tres meses que duran sus prácticas en el organismo y les asigna un tutor que asesorará a los estudiantes y, en coordinación con otro responsable de la universidad de turno, vela por el cumplimiento de los objetivos del periodo formativo en prácticas.
El estudiante, por su parte, se compromete a aceptar las obligaciones de jornada y operativas que rijan en la IGAE, "aplicarse con toda diligencia a las tareas que se le encomienden" y seguir las directrices que decidan sus tutores. El convenio especifica con meridiana claridad que ni la Universidad ni la IGAE adquirirán otras obligaciones ni compromisos que los que el propio convenio refleja y, en particular, subraya, "obligación alguna de contrato laboral al carecer de esa condición la relación que se establece". No se menciona en el convenio la percepción por parte de los estudiantes de salario alguno.
En busca de nuevos talentos para la Administración
La pionera iniciativa de Hacienda se produce en un momento en que ya han comenzado a saltar las alarmas en la Administración ante el más que evidente envejecimiento de la plantilla pública - dos de cada tres funcionarios tienen ya más de 50 años - y, sobre todo, la falta de interés de los jóvenes por las oposiciones convocadas desde la Administración, incluso para los puestos de mayor rango y mejor retribución.
El Estado observa con preocupación como algunas de sus últimas convocatorias de empleo, singularmente algunas para puestos del grupo A, se cierran con vacantes sin cubrir y como la legión de aspirantes a funcionarios se ha estrechado en los últimos años ante la mejora del mercado laboral y el coste económico y social de preparar las oposiciones a los cuerpos más exigentes de la Administración.
Desde la organización representativa de los cuerpos superiores de la Administración del Estado (Fedeca) se ha solicitado con insistencia al Gobierno la puesta en marcha de estrategias que hagan atractiva la carrera funcionarial y que acerquen la realidad del funcionariado al talento universitario. "Muchos jóvenes en la última fase de su formación académica no conocen los trabajos que pueden desempeñar en la Administración y así es difícil canalizar vocaciones hacia el sector público", se lamentan desde esta organización. El ministro de Hacienda parece haber tomado nota y, de momento, ya ha abierto una primera pasarela para que el talento joven del ámbito universitario se familiarice con la función pública.
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