Los beneficios de Bankia, una realidad gracias a las ayudas y su saneamiento

Mario Betancort

Madrid, 3 feb.- Después de haber perdido más de 21.000 millones en 2012, el grupo BFA-Bankia consiguió volver a beneficios en 2013 y ganar 818 millones, por encima de sus propios objetivos, gracias a la ayuda pública de más de 22.000 millones recibida, clave para sanear el maltrecho balance de la entidad.

Si hay algo que tenía claro el presidente de Bankia, José Ignacio Goirigolzarri, cuando tomó las riendas del grupo en mayo de 2012 era que el banco debía asumir la realidad y el deterioro de su balance, para lo que pidió una ayuda que sorprendió a muchos por su magnitud.

La entidad creada por Caja Madrid, Bancaja, La Caja de Canarias, Caixa Laietana y las cajas de Ávila, Segovia y La Rioja había ido obteniendo beneficios desde su creación, pero Goirigolzarri decidió que había que revisar cada partida, aunque eso supusiera en un primer momento dar unas pérdidas multimillonarias.

El grupo BFA-Bankia puso prácticamente a valor de mercado cada una de sus participaciones industriales en un momento de precios a la baja y revisó sus carteras crediticias con el fin de blindarse ante futuros impagos, para lo que necesitaba engordar notablemente sus provisiones.

Así fue como llegó a la conclusión de que necesitaba una inyección de más de 22.000 millones, que España era incapaz de proporcionarle y que obligó al país a pedir un rescate financiero a sus socios europeos, del que BFA-Bankia fue el principal beneficiario.

No obstante, a diferencia de otros grupos nacionalizados como CatalunyaBanc o Novagalicia, que sólo fueron capaces de volver a beneficios gracias a las plusvalías que se anotaron con el canje de participaciones preferentes y deuda subordinada de sus clientes, BFA-Bankia logró ganar dinero por sí solo.

Hay varias razones que explican este hecho, entre ellas que el banco pudo ceder buena parte de su lastre inmobiliario al "banco malo" y acometió un espectacular ajuste de plantilla y red, en tiempo récord, que redujo notablemente sus costes.

Todo ello mientras se iba deshaciendo de lo que habían sido las joyas de su corona, como sus participaciones en IAG -fruto de la fusión de Iberia y British Airways-, así como de Mapfre, Indra o su banco en Miami, el City National de Florida.

En casi todos los casos, BFA-Bankia vendió por debajo del precio al que las antiguas cajas habían comprado estas participaciones, sin embargo, lo hizo por encima del valor ajustado en libros con la ayuda europea, lo que le ha permitido anotarse jugosas plusvalías.

En concreto, con las ventas de participadas BFA-Bankia ha ingresado ya 2.430 millones y ha obtenido unas plusvalías de 493 millones, que ha ido aprovechando para reforzar su balance.

En cualquier caso, los resultados del grupo nacionalizado han ido mejorando trimestre a trimestre, lo que les ha permitido cumplir los compromisos anunciados al mercado y anticipar los objetivos de su plan estratégico hasta 2015.

Quizá por eso, en una sesión bursátil a la baja para la banca, la entidad logró avanzar hoy con fuerza en los primeros compases de la sesión y mantener una subida próxima al 2 % poco antes de las 14 horas, con lo que la acción llegaba a 1,31 euros.

Ese precio está cada vez más cerca de 1,35 euros, que fue al que adquirió las acciones de Bankia el Estado, aunque hay que tener en cuenta que además se inyectó dinero público en la matriz, BFA, que a juicio de los expertos parece más complicado recuperar.

Sin embargo, Goirigolzarri ha dicho hoy que no le parece imposible que se recuperen todas las ayudas que el contribuyente dio al grupo financiero, cuya privatización, ha considerado, debe "hacerse bien" y "dejar buen sabor de boca".

Sólo el tiempo dirá si España hizo bien rescatando a una entidad que aspira a seguir jugando un papel clave y que es capaz de captar ya 13.000 nuevos clientes y confía a que sean 20.000.