Los billetes de 500 euros en circulación caen un 13,5% y se mantienen en su nivel más bajo desde 2005

La cuantía de los billetes de 500 euros en circulación en España se situó en 39.280 millones de euros en marzo, lo que supone una caída del 13,5%, y mantiene el nivel más bajo desde mayo de 2005 (39.207 millones).
Según datos del Banco de España publicados este martes, en comparación con marzo de 2013 la cuantía de los billetes de 500 euros en circulación ha caído un 13,5%, pues hace un año estaba en 45.406 millones. De esta manera, los billetes de alta denominación acumulan 21 meses consecutivos a la baja.
En España circulan billetes por valor de 52.384 millones de euros, lo que supone que los de 500 euros representan el 75% del total. Los 39.609 millones corresponden a un total de 79 millones de billetes de alta denominación, frente a los 91 millones que había un año antes.
Por su parte, el importe de los billetes de 200 euros en circulación bajó también en marzo (-11,5% en tasa interanual), hasta los 2.483 millones de euros. En concreto, en el tercer mes del año había unos 12 millones de billetes de 200 euros.
En el caso de los billetes de 100 euros, los datos de este organismo muestran un descenso interanual del 44,5%, hasta los 1.841 millones de euros en marzo de 2014. Hay unos 18 millones de billetes de 100 euros.
Mientras, los de 50 euros subieron un 4,5%, hasta 41.585 millones de euros, con 832 millones de billetes en circulación.
Los datos del organismo que gobierna Luis Linde hacen referencia a los billetes distribuidos menos los retirados por el Banco de España.
En el caso de los billetes de menos cuantía (los de 5 euros), éstos arrojan un saldo negativo de 449 millones de euros, mientras que en el caso de los billetes de 20 euros el saldo negativo es por valor de 23.658 millones, y de 8.697 millones en el caso de los de 10 euros.
Este saldo negativo se explica porque muchos billetes de baja denominación llegan en los bolsillos de los turistas de países de la zona euro y pasan de los comercios españoles a las entidades financieras y de éstas al Banco de España.
Así, al final al supervisor le llegan más billetes de pequeña cuantía de los que distribuye. Es algo habitual en los países con importante afluencia de turistas.