Los británicos debaten en Twitter si la torre ArcelorMittal de Londres es 'el monumento más feo del planeta'

  • La inversión de 21 millones de euros en un monumento que algunos 'tuiteros' consideran 'un catastrófico choque entre dos grúas' ha provocado una campaña de rechazo en las redes sociales al diseño del arquitecto anglo-indio Anish Kapoor. Las autoridades londinenses lo consideran 'la nueva Torre Eiffel' y estiman que dejará unos beneficios anuales de cerca de 12 millones de euros.

Cuando el 1 de abril de 2010 el alcalde de Londres, Boris Johnson, que la torre ArcelorMittal Orbit presidiría la Villa Olímpica de la ciudad aseguró que se convertiría en 'la nueva Torre Eiffel'. Menos de dos años después, y con el proyecto recién terminado, los británicos dudan de esta afirmación y se avergüenzan en Twitter de lo que algunos consideran como 'el monumento más feo del planeta'.

Basta echar un vistazo por la red social de 'microblogging' para darse cuenta de que la estructura entrelazada de acero de color rojo y 115 metros de altura no convence demasiado a los londinenses, a pesar de ser 'una maravilla de las matemáticas y el diseño' para la revista New Scientist.

'Es de lejos la peor construcción que he visto en mi vida', asegura el 'tuitero' SammMedina. Ohood Abdul se pregunta cómo las autoridades 'han permitido que se ponga en pie algo tan horripilante', mientras que Grieg Scott va aún más allá y afirma que el monumento 'es un enorme desperdicio de dinero' en momentos de crisis económica.

En el fondo no les falta razón, y es que la torre ArcelorMittal Orbit, situada en un terreno de 100 hectáreas entre el Centro Acuático y el Estadio Olímpico, ha costado la friolera de 21 millones de euros.

La compañía ArcelorMittal, propiedad del magnate del acero Laksmi Mittal, ha aportado la mayor parte del capital, unos 18 millones de euros, mientras que el resto del coste de la construcción lo ha cubierto la Agencia para el Desarrollo de Londres, encargada de las obras relativas a los Juegos Olímpicos de este verano.

Las autoridades británicas defienden el monumento, el segundo más alto de Londres tras los 135 metros de altura del London Eye, y prevén que desde su apertura el próximo mes de julio se convertirá en uno de los lugares icónicos de la ciudad y, cómo el alcalde Johnson ha afirmado, 'se convertirá en una visita obligada para los turistas y un motivo más para viajar a Londres incluso después de los Juegos'.

Un 'feo' negocio

Las previsiones estiman que las vistas desde el observatorio situado a 80 metros sobre la Villa Olímpica, y que permiten una vista sin interrupciones de más de 32 kilómetros de longitud, permitirá al ArcelorMittal Orbit recaudar una media de entre 10 y 12 millones de euros al año.

A juzgar por el precio de las entradas, no necesitará demasiados turistas para alcanzar este objetivo: el pase familiar para el monumento costará unos 70 euros, por lo que apenas con medio millón de visitantes cumplirán con las previsiones de beneficios.

Sin embargo, a pesar de que la ArcelorMittal Orbit parece un negocio redondo, aún le queda mucho para ganarse el apelativo de 'la nueva Torre Eiffel', sobre todo en altura, ya que mida menos de la mitad que la icónica construcción parisina. Además, aun le queda convencer a la opinión pública británica de que el diseño del arquitecto anglo-indio Anish Kapoor no es, como algunos 'tuiteros' la han definido, 'un catastrófico choque entre dos grúas'.

Roberto Arnaz
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