Los cinco mensajes del FMI para España

Los hombres de negro han hablado. Después de quince días analizando datos, evaluando medidas y preguntando aquí y allá por la marcha de la economía española, el comité técnico enviado a España por el Fondo Monetario Internacional para supervisar el cumplimiento del programa de reformas recetado por la troika ha hecho públicas las conclusiones de su visita.

"Se han producido importantes progresos en reformas cruciales y difíciles desde nuestra última evaluación", han dicho los técnicos del organismo internacional. "Los desequilibrios clave se están corrigiendo rápidamente y los diferenciales de deuda soberana se han reducido".

Esas dos frases condensan la parte complaciente de la evaluación del FMI. El resto, como se esperaba, son deberes, tarear por hacer, que los técnicos del Fondo han decidido resumir en cinco mensajes para el Gobierno de Mariano Rajoy:

1. "El nivel de paro es inaceptable y la prioridad absoluta debe ser crear empleo". Para conseguirlo, el FMI da su propia receta al Ejecutivo: reducir el coste del despido hasta alinearlo con la media europea (en torno a 20 días), reducir los tipos de contrato existentes, aligerar la negociación colectiva facilitando el descuelgue de los convenios a las empresas y reducir las cotizaciones sociales a la contratación de jóvenes o parados de baja cualificación.

En definitiva, avanzar en lo que se denomina la flexibilidad del mercado laboral, estimulando la entrada al empleo pero a cambio de facilitar la salida.

2. "Es necesario un gran acuerdo social para crear puestos de trabajo". El FMI insta a empresarios y representantes sindicales a alcanzar un gran pacto social que comprometa a los empresarios a contratar nueva mano de obra a cambio de hacerlo a un coste sensiblemente inferior al actual, es decir, con sueldos más bajos.

España es, a día de hoy, el segundo país de los 27 donde más están cayendo los costes laborales y los salarios no han dejado de perder poder adquisitivo desde que se iniciara la crisis. ¿No ha habido ya suficiente ajuste en este campo? Para el FMI, la respuesta es no. "España necesita urgentemente crear empleo y eso sólo se consigue aceptando una mayor flexibilidad". 'Mayor flexibilidad' significa, en román paladino, sueldos más bajos.

3. "Debe haber un reconocimiento rápido de pérdidas en el sector financiero". El diagnóstico del FMI en relación al sector financiero es que hoy es mucho más sólido que hace unos meses, pero que persisten riesgos que deben ser convenientemente monitorizados.

El organismo recomienda al Banco de España realizar un nuevo 'stress test' a la banca para evaluar las posibles necesidades adicionales de capital que se pudieran poner de manifiesto por la obligación de reclasificar los créditos refinanciados como activos de riesgo, también exigir una mayor prudencia en la distribución de dividendos por parte de las entidades y, por último, completar el saneamiento de las carteras de préstamo y agilizar la venta de los activos deteriorados. Mucha tarea, vamos.

4. "Hay que compatibilizar la consolidación fiscal con el crecimiento". El déficit español es todavía demasiado alto como para expulsarlo de las prioridades de la política económica, pero es necesario que su reducción se module para evitar que afecte al crecimiento. La pregunta es: ¿cómo?

Los técnicos del Fondo apuntan en varias direcciones:

- Crear un grupo de sabios independientes que haga una revisión crítica del gasto público, localice sinergias, elimine duplicidades y ayude a mantener el gasto más productivo y a eliminar el que no lo sea.

- Fusionar los presupuestos del Estado, comunidades autónomas y ayuntamientos en un solo documento para apreciar más claramente los efectos de los cambios en las políticas.

- Modificar la Ley de Estabilidad Presupuestaria para exigir mayor disciplina fiscal a las comunidades autónomas.

- Configurar una Autoridad Fiscal Independiente, realmente independiente, "tanto real como en apariencia".

5. "Europa debería hacer mucho más para ayudar a España". El FMI no sólo ha puesto deberes al Gobierno de España tanto se los ha puesto a la Comisión Europea y al BCE. El Fondo entiende que las últimas iniciativas del FMI y la Comisión han demostrado ser útiles para reducir las tensiones en los mercados financieros, pero cree que queda mucho por hacer para resolver otras cuestiones clave.

En este sentido, cree que Bruselas debería acelerar la Unión Bancaria, que permitiría a los bancos y empresas españolas financiarse en los mercados según sus propios méritos y no con el lastre de los problemas de la deuda soberana de su país de origen; y considera que el BCE debería hacer lo posible para abaratar la financiación de las pymes españolas, a las que pedir un crédito les cuesta un 80% más caro que a las alemanas, por ejemplo.